"Si toda muerte violenta debe ser repudiada de forma unánime, más lo debe ser la del Obispo Gerardi, por el hecho de haber decidido denunciar documentalmente en su informe 'Nunca más' los 55.000 casos de violaciones de derechos humanos perpetraos durante más de tres décadas de guerra en Guatemala", afirma Alvarez de Miranda.

El Defensor del Pueblo asegura que es evidente que con este tipo de actos hay sectores que quieren quebrar la firmeza y el valioso trabajo en favor de la igualdad, la libertad y la justicia que en situaciones muy difíciles desempeñan en el mundo los defensores de los derechos humanos.

"Aprovechando que en estos momentos me encuentro en Marruecos en una reunión internacional sobre instituciones nacionales de proteccón de los derechos humanos, me he permitido, de común acuerdo con la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Méjico y vicepresidenta primera de la Federación Iberoamericana de Ombudsman, Mireille Rocatti, proponer que en el documento final se incluya un párrafo de firme condena por la muerte del Obispo Gerardi", explica Alvarez de Miranda.