Sin embargo, el equipo de Comercio considera que la fase expansiva iniciada por los países de la OCDE, que comprenden el 80 por cien del comercio eterior español, les permitirá registrar un crecimiento del 2,1 por cien este año, y que en el caso del mercado español, dicho aumewnto será del 5,9 por cien.

Además, en el Gobierno se tiene en cuenta que las exportaciones tardan algún tiempo en responder a las variaciones del tipo de cambio real de la moneda, por lo que es lógico esperar garancias importantes en la cuota d emercado de nuestros productos en el exterior, aporvechando las devalucioanes de 1992 y 1993.

Aunque los expertos del ministeio insisten en que sin duda habrá nueva reducción del déficit comercial en 1994 y un aumento de las exportaciones, hasta ahora principal motor de la maltrecha economía española, sin tener en cuenta los datos estacionales se ha detectado un repunte de esos "números rojos".

Entre los motivos que aducen para justificar esta advertencia figura que las importaciones seguirán creciendo este año a un ritmo superior al del pasado ejercicio, entre otros motivos porque el tejido productivo español sigue teniend una fuerte dependencia de la importación de componentes y materias primas para la elaboración de productos.

Por su parte, el Instituto de Estudios Económicos (IEE) acaba de hacer públicos las últimas estimaciones de la OCDE, en las que se cifra en un 2 por cien del PIB el déficit de la balanza por cuenta corriente, que incluye la comercial más los flujos de capital, con una mejoría de 0,3 puntos respecto al año pasado.

Las perspectivas de la OCDE para España mantienen la misma tasa en la balanzaespañola por cuenta corriente para 1995 que, sin embargo, no recorta sensiblementelas diferencias de nuestro país con los índices registrados por otros Estados desarrollados dl entorno europe, cuyamedia estará en torno al equilibrio.