Según señala un estudio publicado por esta asociación, las fibras naturales contienen sustancias peligrosas, como consecuencia de los numerosos tratamientos a las que son sometidas.

Entre las ustancias identificadas destacan la benzidina o el PCP, utilizados en los colorantes; la cumarina, utilizada como aclarante, y diversos derivados del formol.

La asociación germana mantiene que en un año, en Alemania la ropa vendida representa la dispersión de 100.000 toneladas de productos químicos, lo cual da idea de la importancia de los hechos denunciados en el documento.

El informe revela que el uso de ropa interior tratada con estas sustancias ha contribuido al incremento del número de alergas. Los datos difundidos por la asociación de consumidores indican que una camiseta de color negro o azul oscuro contiene una media de ocho a diez por ciento de productos químicos.

En Alemania los industriales han creado dos etiquetas de garantía "verdes" para conseguir que los procesos de producción sean respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, la citada asociación cree que los criterios de concesión son demasiado flexibles.