EL DESAFÍO DE UNA POLÍTICA EUROPEA COMÚN DE LA ENERGÍA, ANALIZADO POR ESADE
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El desafío de lograr una auténtica política europea común de la energía ha sido analizado por el último Informe Económico Esade, en el que se ponen de relieve las dificultades existentes para que haya una respuesta "común y coordinada" a la creciente dependencia energética y al aumento de la demanda energética en el territorio europeo en las próximas décadas.
Según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía, Europa dependerá en el año 2030 en un 90% del petróleo, un 70% del gas y un 100% del carbón.
"Sin embargo, hay que preguntarse si Europa está preparada para llevar a cabo una auténtica política común de la energía. Una política cuyos principios centrales sean la sostenibilidad, la competitividad y la seguridad", indica el informe de Esade.
Uno de los obstáculos principales para esta política común, según el Libro Verde de la propia Comisión Europea, es la heterogeneidad de los mercados energéticos de los diferentes países europeos y que éstos no son plenamente competitivos.
Ahora, la respuesta depende de los Estados de la UE, que han utilizado un doble lenguaje: aprobando ampliamente la propuesta de la Comisión en marzo de este año, pero al mismo tiempo invocando la soberanía nacional y retrasando, por considerarla prematura, la idea de un regulador europeo energético único.
Esade concluye en su informe que "no tan sólo está en juego el futuro energético europeo, sino, principalmente, el modelo de bienestar económico y social".
(SERVIMEDIA)
19 Dic 2006
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