Se trata de una banda de mozambiqueños que vendían en Madrid coches robados en Portugal y de otra de polacos que robaban vehículos en Madrid para venderlos en su país o en Rusia.

La primera banda fue desarticulada tras sospechar la policía de varios individuos mozambiqueños que cambiaban frecuentemente de vehículos, a pesar de carecer, aparentemente, de meios de vida. Tras una vigilancia de dos meses, los agentes se incautaron de un coche que había sido robado en Portugal y en el que había una pistola del calibre 6,35. Posteriormente detuvieron a 12 personas, miembros de la banda o compradores conscientes de su procedencia ilícita.

Los mozambiqueños robaban los coches en Portugal, rompiendo una de las ventanillas y haciendo el "puente". Después los trasladaban a España, donde falsificaban su matrícula y los vendían a compatriotas suyos por 250.000 ó 30.000 pesetas. A esta red de delincuentes se les ha intervenido un total de siete vehículos de mediana cilindrada y la policía espera poder recuperar una decena más.

La banda de polacos usaba, en cambio, métodos más sofisticados, según las mismas fuentes. Los tres detenidos hasta ahora de esa nacionalidad se dedicaban al robo de coches de cilindrada media-alta, con pocos kilómetros y en perfecto estado.

El robo lo llevaban a cabo quitando el bombín de una de las puertas o de la cerradura del tapónde gasolina y, a partir de él, confeccionaban una llave falsa con la que tenían acceso a la totalidad de las cerraduras del coche, con lo que anulaban todos los dispositivos electrónicos. En otros casos invalidaban los sistemas de alarma mediante operaciones que demuestran un perfecto conocimiento de la electrónica.

Los coches robados eran trasladados a Polonia, donde los vendían o pasaban a las mafias rusas que se encargaban de distribuirlos por la ex Unión Soviética. En Polonia se vendían los vehícuos a unas 600.000 pesetas, mientras que en Rusia alcanzaban 1.300.000, aproximadamente.

A los tres polacos se les ha incautado además un pequeño taller para duplicar llaves, numerosas joyas, dos pistolas, un rifle con mira telescópica, abundante munición, placas de matrículas falsas de España, Portugal, Francia y Alemania, numerosas documentaciones falsas, varias decenas de aparatos musicales, videos y televisores.

La Dirección General de la Policía informó que la banda de polacos detenidos teníacapacidad para traficar con unos 30 coches al mes y que, a pesar de que varios de sus miembros ya han sido detenidos con anterioridad, poseen otros componentes suficientes para recuperarse tras las detenciones y crear nuevas infraestructuras.