Asensio, que ingresó en prisión tras prestar declaración aunque permanece en situación de detenido, fue arrestado el pasado lunes, día22, por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía del Servicio Central de Estupefacientes, que también detuvieron a otros dos presuntos integrantes de la red, según la Dirección General de la Policía.

Ambos comparecieron también hoy ante el magistrado, quien puso en libertad a uno de ellos, Vicente Peña, mientras que decretó el ingreso en prisión del tercer integrante de la organización, que permanece asimismo en situación de detenido.

Además, hoy fueron arrestadas otras dos personas relacionads con esta organización de narcotraficantes, con lo que la operación policial quedó cerrada, según las mismas fuentes.

Las investigaciones que permitieron el desmantelamiento de la red se centraron sobre el español Mario Asensio, que montaba empresas dedicadas a la importación de diferentes productos procedentes de Sudamérica como tapadera para introducir importantes cantidades de la sustancia estupefaciente.

SIETE BIDONES

A lo largo de este mes de agosto, Asensio importó desde Bogotá (Colombia 7 bidones de café refrigerado, que llegaron el pasado día 13 a la terminal de carga del aeropuerto madrileño de Barajas, desde donde fueron despachados a unas naves frigoríficas situadas en Madrid.

El pasado día 22, los agentes observaron la presencia de los otros detenidos en las inmediaciones de la empresas donde estaban depositados los bidones, conduciendo un camión frigorífico alquilado en el que iba a ser transportada la carga, pero fueron detenidos antes de coger el envío.

Cuando los funcinarios abrieron los bidones encontraron en su interior un segundo recipiente de plástico donde estaba depositado el café refrigerado. Entre el bidón de plástico y el que contenía el café iban adosadas, tanto en la parte superior como en la inferior, sendas tiras plastificadas con caucho prensado que contenían un total de 20 kilos de clohidrato de cocaína.

De no haber sido detectada, la organización ilegal hubierse enviado semanalmente una cantidad de 2 toneladas de café, entre las que hubieran llegadohasta unos 500 kilos de cocaína, según la policía.