Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía, los supuestos estafadores explotaban desde principios de febrero el locutorio, que tenía cinco teléfonos y estaba instalado en un bajo de la calle Gonzalo de Córdoba.

En las paredesdel inmueble había carteles que anunciaban las tarifas para llamar a cualquier parte del mundo: 2.000 pesetas costaba llamar quince minutos, 4.000 media hora y 6.000 tres cuartos de hora.

Las investigaciones del caso comenzaron hace varios días, al tener conocimiento la policía de las continuas visitas de extranjeros al inmueble. Los funcionarios comprobaron que había un locutorio clandestino, aunque en la puerta del inmueble decía que se trataba de una empresa de sondeos telefónicos de radio y televiión.

Telefónica señaló que a principios de febrero una persona contrató la instalación, al parecer con documentación falsa, de tres líneas. Posteriormente pidió otras dos.

Cuando los funcionarios entraron en el locutorio había 35 personas: 16 peruanos, 6 colombianos, 4 chilenos, 4 chinos, 2 brasileños y un indio. Los dos primeros, sin antecedentes policiales, pasaron a disposición judicial, mientras que los restantes quedaron en libertad después de prestar declaración.

Los supuestos estafadoes captaban clientes en la Gran Vía y no permitían realizar llamadas sin cita previa, que daban telefónicamente a los que la solicitaban.