Según informó este viernes la Policía, la investigación se inició tras detectar mediante técnicas de ciberpatrullaje varios grupos de mensajería instantánea dedicados exclusivamente al tráfico de imágenes de explotación sexual infantil.

Los agentes identificaron a los presuntos autores y alertaron a través de Interpol y Europol a los diferentes países donde se estaban cometiendo estos delitos, lo que permitió las detenciones en Honduras, Costa Rica, El Salvador, Argentina, Paraguay, Brasil, Bolivia, EEUU, Italia, Portugal y Bulgaria.

La operación ha permitido detener a 20 personas que utilizaban grupos de mensajería instantánea dedicados exclusivamente al tráfico de imágenes de explotación sexual infantil, incautándose seis ordenadores, 21 teléfonos móviles y diversos dispositivos de almacenamiento.

PROFESIONALES CON ACCESO A MENORES

Entre los detenidos en España destacan dos casos especialmente graves: un sanitario de Barcelona que pagaba a menores del Este de Europa para obtener imágenes sexuales, y un profesor en Sevilla que disponía de material pornográfico infantil y acceso a múltiples chats de intercambio.

A ambos profesionales se les ha prohibido ejercer sus trabajos habituales para evitar el riesgo que supondría su contacto con menores de edad, dado que por sus profesiones mantenían trato frecuente con niños y adolescentes.

Otro de los arrestados, en la localidad barcelonesa de El Masnou, descargaba la aplicación únicamente cuando quería consumir el contenido ilícito y después la desinstalaba para evitar ser descubierto por su familia.

MATERIAL INCAUTADO Y ALCANCE INTERNACIONAL

Durante los registros efectuados se intervinieron tres ordenadores de sobremesa, tres portátiles, 21 teléfonos móviles, dos tablets, 20 memorias USB, tres tarjetas de memoria, un disco duro y diversos dispositivos de almacenamiento.

Los investigadores también detectaron actividades sospechosas de otras 68 personas, información que ha sido remitida a las autoridades policiales de 28 países de América, Europa, Asia y Oceanía para su investigación.

La operación demuestra la eficacia de la colaboración internacional entre cuerpos policiales para combatir los delitos de pornografía infantil a través de Internet, que no conocen fronteras y requieren una respuesta coordinada.

Las detenciones se realizaron de manera simultánea en España al existir sospechas de que los investigados mantenían contacto entre ellos, lo que permitió evitar el borrado de pruebas o la alerta entre los miembros de la red.

Los arrestados utilizaban sofisticados métodos para ocultar su actividad delictiva, como la descarga y borrado sistemático de aplicaciones o el uso de múltiples plataformas de mensajería para intercambiar el material ilícito.