El detenido se dedicaba presuntamente a la falsificación e impresión de láminas artísticas y decorativas de obras de reconocidos artistas catalanes, cuyos derechos legales tenía en exclusiva una empresa barcelonesa.

La Sección de Delincuencia Económica y Financiera de Barcelona inició investigaciones al detectar las falsificaciones en el mercado, que suponían un perjuicio multimillonario para el poseedor de los derechos y para los autores. Finalment localizaron el lugar y el responsable del fraude en Pamplona.

La detención se produjo en la capital navarra, donde la policía intervino en un almacén 60.000 láminas, de distintas firmas, preparadas para su distribución. También requisaron 52 fotolitos empleados en la confección de las láminas.

En la localidad de Andoáin (Navarra) fue localizada la imprenta en la que realizaba los trabajos, aunque se ha descartado su responsabilidad en el fraude, al comprobarse que los responsables de la empresa ctuaron engañados por el detenido y no sabían nada de la ilegalidad de las impresiones.

Vicente C.G. venía desarrollando esta actividad ilícita desde hace varios meses y había establecido una red de distribución, nacional e internacional, con más de 150 clientes fijos.