Navarro hizo esa consideración en la inauguración de la primera Conferencia Internacional de la Seguridad Vial de la Motocicleta que se celebra en España y que tiene lugar este miércoles y este jueves en el Mobility City de Zaragoza con la promoción de la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor) y la Dirección General de Tráfico (DGT), y la organización de la Fundación Bancaja.

Navarro comentó que la DGT y Anesdor -que es la patronal de fabricantes de motocicletas- comparten el objetivo de que “los motoristas no se maten” en un país como España que “históricamente” ha tenido “una cultura de la moto”, entre otras razones por el clima.

“Los grandes países en seguridad vial, que son Suecia y Dinamarca, no tienen motos, con lo cual no podemos copiar de ellos y al final todo el mundo acaba viniendo nosotros a preguntarnos qué hacemos con las motos”, indicó.

Navarro señaló que “la DGT nunca promocionará la moto porque se promociona sola” debido a sus ventajas. “Si quieres reducirla presencia del coche, una de las alternativas, indudablemente, es la moto en las ciudades”, añadió.

No obstante, Navarro subrayó que el año pasado murieron 299 motoristas en las carreteras españolas, un 18% más que en 2022, lo que hizo encender la “luz roja” en el Ministerio del Interior.

Por ello, la conferencia internacional de Zaragoza servirá para aunar experiencias que poner en práctica. “Queremos motoristas más formados y hay un amplio abanico de iniciativas en el ámbito de la formación y de la educación sobre las dos ruedas y sobre la moto. Queremos también vehículos más seguros, queremos también carreteras más seguras”, recalcó.

A este respecto, agregó: “A ver qué podemos hacer en ciudad para repensar un poco el diseño urbano y adecuarlo a una realidad cambiante. Lo hicimos en función del automóvil. Ahora hay más motos y menos automóviles, pues a lo mejor hemos de repensar un poco el diseño en las ciudades”.

“TRANSFORMACIONES DISRUPTIVAS”

Por su parte, el secretario general de Anesdor, José María Riaño, indicó que la moto está “cada vez más presente” en la sociedad. Por ejemplo, hace 10 años se vendieron 92.000 vehículos de ese tipo y el año pasado esa cifra se acercó a 199.000. Hace cinco años, las ventas de motos eran un 13% del total de las matriculaciones de vehículos en España y en 2023 representaban un 17%.

“Esto se debe a que la moto está respondiendo bien a las inquietudes y a las grandes transformaciones disruptivas que estamos viviendo”, comentó.

Así, Riaño habló de la “transformación de la movilidad”, puesto que “la moto responde bien a la necesidad de reducir la congestión y de aprovechar mejor el espacio público”.

También aludió a la “transformación ambiental”. Las emisiones de las motos españolas se sitúan en 53 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro recorrido, cifra que se reduce a 17 en el caso de la moto eléctrica. “Es, sin duda, el transporte motorizado más eficiente en términos de descarbonización”, apuntó.

Además, destacó que las motos representan un 15,7% del parque móvil en España, pero aporta un 3,7% de las partículas contaminantes y un 0,9% de los óxidos de nitrógeno. “En general, la moto es muy eficiente y tiene la huella ambiental más reducida de todos los vehículos motorizados”, dijo.

Riaño comentó que, respecto a la “transformación tecnológica”, las motos eléctricas “responden bien a las inquietudes de los consumidores”, con un precio “contenido” y “un rango de autonomía sobrado para la movilidad urbana”.

Y aludió al cambio de comportamiento de los consumidores por el ‘boom’ del reparto de la comida a domicilio y del comercio electrónico, lo que “multiplica” la logística de última milla con flotas de pequeñas motos urbanas. Además, comentó que los jóvenes tienen un “menor apego” a tener un vehículo en propiedad y la moto compartida es una de las fórmulas “más populares”.

Sin embargo, Riaño señaló que “la moto tiene una externalidad negativa, que es su vulnerabilidad”, ya que está “cada vez más presente” en las estadísticas de siniestralidad, pese a que España es uno de los mejores países del mundo en seguridad vial.

“Hay más motos, o sea, las tasas relativas de víctimas y heridos graves por cada 10.000 vehículos más o menos se mantienen estables, pero no decrecen y este es el problema. No podemos admitir que estas tasas continúen de esta manera. Debemos lograr sí o sí tasas y tendencias sólidas de reducción de las víctimas también en moto”, sentenció.

Riaño reconoció que se trata de “un problema complejo” que no requiere de “una única solución”, sino de una suma de “pequeñas medidas”. “Los fabricantes, por nuestra parte, invertimos cifras millonarias anualmente para desarrollar tecnologías que mejoren la seguridad de los vehículos. Las motos actuales no tienen nada que ver con las que se vendían apenas hace 10 años”, concluyó.