USO recuerda que la situación laboral sigue marcada por la discrimación, con una tasa de paro femenina que sigue siendo muy superior a la masculina. Ellas periben en torno al 30% menos de salario que los hombres por trabajos que tienen el mismo valor, y además tienen los contratos más precarios.

El ascenso y promoción profesional se reduce al 50% con respecto de las posibilidades que tienen los hombres; las pensiones y jubilaciones se ven drásticamente disminuidas por efecto de la situación discriminatoria que se origina durante la etapa de vida laboral activa, y el acceso y mantenimiento en el empleo sigue estando condicionado por la condición natural de adres.