En el curso, organizado por la UIMP, la Fundación de Estudios Mastológicos (FEMA) y la Fundación Tejerina, se puso de manifiesto que el diagnóstico a medida ofrece la posibilidad de realizar un cribado que dista del tradicional, en el que se establecen los mismos periodos de tiempo entre pruebas diagnósticas y procedimientos para toda la población.

En el diagnóstico a medida se decide de forma personalizada para cada paciente qué pruebas diagnósticas se le realizarán en base a sus características individuales: densidad mamaria, antecedentes familiares, antecedentes personales, etc. En este caso, las pruebas se adaptan a cada persona de forma individualizada en función del riesgo que presente de desarrollar cáncer, favoreciendo así en mayor medida el diagnóstico temprano del cáncer de mama.

En el mismo camino, la inteligencia artificial está revolucionando el sector sanitario. En el caso de la mama, un nuevo tipo de software realiza una lectura de las imágenes diagnósticas de la mamografía de la paciente y establece la probabilidad de que presente un tumor. Además, en el caso de detectar una lesión, el sistema señala la posibilidad de que sea maligna.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Por lo tanto, la inteligencia artificial aplicada al diagnóstico por imagen acompaña la interpretación del profesional médico y aumenta la seguridad, ya que este software es capaz de detectar anomalías igual o incluso antes que el ojo humano. Asimismo, permite priorizar por probabilidades la urgencia de la lectura de las pruebas diagnósticas de una forma muy rápida.

En este sentido, el secretario del encuentro y director del Área de Diagnóstico por Imagen del Centro de Patología de la Mama - Fundación Tejerina, el doctor Alejandro Tejerina, explicó que “el diagnóstico por imagen del cáncer de mama ha experimentado importantes cambios en los últimos años. Nos dirigimos hacia un diagnóstico individualizado a medida para cada paciente en el contexto de una medicina personalizada”.

A esto añadió que “la mamografía actual es una prueba sencilla, aunque a la vez sofisticada tecnológicamente, que se acompaña de tomosíntesis. Esto ha mejorado la prueba aumentando las tasas de detección del cáncer de mama y evitando actuaciones innecesarias. No obstante, a pesar de la buena potencia diagnóstica de la mamografía, en ocasiones son necesarias otras pruebas, generalmente funcionales como la mamografía con contraste y la resonancia magnética de mama que mejoran los resultados manteniendo la esencia de ese diagnóstico a medida”.

RADIOTERAPIA

Por su parte, el director del encuentro y patrono de FEMA, el doctor Manuel Sánchez del Río, expuso que también “hablamos de la radioterapia, que ha experimentado un gran cambio en su técnica, pudiendo en algunos tratamientos conservadores recibir la mujer una radioterapia intraoperatoria que le permitirá finalizar su tratamiento en muy poco tiempo”.

Del mismo modo, el doctor Tejerina destacó que “viviremos en los próximos años un aumento del cáncer de mama pero, a su vez, una disminución de la mortalidad porque los tratamientos son más precisos y los diagnósticos más tempranos”. Además, “llegaremos al 80-90% de las curaciones en esta enfermedad”.