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Diego Guardamino (Hafesa): “Tener un mix energético con combustibles fósiles es una herramienta estratégica para el país”

MADRID
SERVIMEDIA

El director general de Hafesa, Diego Guardamino, una de las compañías de referencia en la comercialización y distribución en el sector de los hidrocarburos, cuya planta de almacenamiento en el Puerto de Bilbao fue la única que se mantuvo en funcionamiento de todo el puerto durante el apagón, explica en una opinión en 'Cinco Días', su apuesta rotunda por una convivencia energética que incluya los hidrocarburos: “Estas situaciones de vulnerabilidad como la vivida en la Península Ibérica confirman la necesidad de contar con un equilibrado mix energético que incluya a los hidrocarburos".

"Sin los combustibles fósiles hubiese sido imposible poner en marcha los generadores de respaldo y dar garantías de funcionamiento, tanto en nuestras plantas, como en otras infraestructuras críticas como los hospitales”, añade.

El debate sobre la generación de energía eléctrica en España está sobre la mesa después del apagón sufrido hace quince días en toda la Península, con el consiguiente daño económico y personal a empresas, ciudadanos e infraestructuras.

Son muchas las voces que durante estos días se están pronunciando al respecto, en una polémica que se está centrando únicamente entre nucleares o renovables. Pero hay quienes señalan que existen otras alternativas como los combustibles fósiles, ya que indican que, pese a su estigma, fueron cruciales durante toda la jornada del apagón.

Guardamino considera fundamental que los sistemas energéticos demuestren su sostenibilidad, su resiliencia, su capacidad de respuesta inmediata y su disponibilidad constante y apunta que “en este sentido, los combustibles fósiles, con frecuencia estigmatizados en el debate público, desempeñan y desempeñaron un papel crucial. Literalmente, salvaron vidas. Cuando se interrumpió el suministro eléctrico en diversos puntos de la geografía española, los hospitales pudieron seguir operando gracias a la activación automática de generadores alimentados por gasóleo. También permitieron que muchos centros de coordinación de emergencias, estaciones de servicio, sistemas de bombeo de agua y empresas logísticas mantuvieran sus operaciones. En un contexto como este, esos generadores fueron una necesidad vital”.

Para el directivo de Hafesa, España debe abordar el problema y el debate energético “sin dogmas” y siendo realistas porque en su opinión la energía, al margen de las cuestiones medioambientales, debe ser una cuestión de estabilidad y de protección ciudadana: “Cuando se produce una crisis, no basta con tener paneles solares o parques eólicos si no hay sol o no sopla el viento, o si el sistema eléctrico no puede absorber o distribuir esa energía. Hace falta un respaldo fiable, flexible y rápidamente desplegable. Ese respaldo, hoy por hoy, lo proporcionan los hidrocarburos”.

La realidad es que los generadores y todos los servicios esenciales en la jornada del caos se alimentaron gracias a los combustibles fósiles: “Esta es la realidad, más allá de cualquier planteamiento ideológico. Por eso, insistimos: la transición energética debe ser ordenada, gradual y, sobre todo, segura. Porque de nada sirve avanzar hacia un modelo más verde si no garantizamos que la energía siga fluyendo cuando más se necesita” apunta Guardamino.

Por lo tanto, su apuesta es clara a favor de “un mix energético, una combinación equilibrada de fuentes renovables, convencionales y tecnologías de respaldo no es una opción teórica ni una excusa para alargar el uso de combustibles fósiles de forma indefinida. Es una herramienta estratégica. Un país con un sistema energético diversificado es un país más preparado frente a crisis geopolíticas, eventos climáticos extremos o fallos técnicos”.

Para conseguir ese mix energético, el director general de Hafesa entiende como puntos clave poder contar “con productos energéticos esenciales como gasóleos y biocarburantes que permiten abastecer, no solo a hogares y empresas, sino también sostener la movilidad, la agricultura, el transporte marítimo y los servicios esenciales de emergencia; pero además es necesario invertir en soluciones sostenibles, modernizar infraestructuras y adaptarse a los nuevos desafíos medioambientales”.

El debate, reflexiona, no debería centrarse en una elección entre renovables o fósiles, sino en diseñar un sistema capaz de integrar todas las fuentes con inteligencia, eficiencia y responsabilidad. “Los combustibles fósiles son, hoy por hoy, una parte imprescindible del engranaje energético. Ignorarlo no conduce al futuro y nos expone a mayores riesgos”, concluye.

(SERVIMEDIA)
09 Mayo 2025
s/gja

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