En España, los principales contaminantes atmosféricos perjudiciales para la salud en una gran ciudad son el dióxido de nitrógeno (NO2), el ozono troposférico (O3) y el material particulado menor de 2,5 micras (PM2.5) y el menor de 10 micras (PM10). Especialmente, el NO2 y el O3 son los que muestran mayor número de ingresos hospitalarios urgentes atribuibles a corto plazo por las causas específicas y su estimación económica.