Denunció las "mentiras" y la "risa siniestra" de Sánchez, que "recordaba hoy a la del emperador Nerón mientras ardía Roma", y señaló que el presidente del Gobierno en funciones "ha perdido el juicio" y es hoy "una mezcla de Maduro vestido de Cantinflas, que pasa de un Gobierno ilegítimo", a uno "ilegal". Acto seguido apuntó que "ahora puede lanzar sus embustes a quien quiera escucharle, que nosotros nos iremos junto al pueblo español, que combate su golpe, y mañana estaremos aquí para votar contra usted y contra todas sus pretensiones".

Así, tras concluir su discurso, Abascal bajó de la tribuna de oradores y uno a uno, los diputados de esta formación fueron abandonando sus escaños. Minutos después, se marcharon del Congreso de los Diputados y Vox escribió en sus redes sociales: "Os vemos en Neptuno y después en Ferraz", algo que supone que diferentes miembros de esta formación, entre ellos su líder, acudirán a las concentraciones convocadas para decir "no al golpe de Estado".

Mientras abandonaban el Hemiciclo los parlamentarios de Vox, el portavoz del PSOE, Patxi López, en virtud del artículo 71.3 del Reglamento, tomó la palabra para criticar que en el discurso de Abascal se escucharon “expresiones que en sí mismas” son “un discurso de incitación al odio”, por lo que deberían estar “no permitidas”.

López añadió que, “cuando se va más allá, y se refieren al presidente legítimo del país y hoy candidato, como golpista, y a los socialistas como preparadores de un golpe, o de que el presidente debiera estar diagnosticado y pedir una cita, es una ofensa, no solo al presidente del Gobierno sino al Grupo Parlamentario Socialista, al conjunto de esta Cámara y una ofensa también a la inteligencia, porque los socialistas siempre hemos denunciado y combatido a las dictadores y dictadores, a los golpes y los golpistas, y algunos igual lo que hacen es defenderlos, añorarlos y querer emularlos”.

“Si alguno se quiere referir a sí mismo como golpista o dictador, perfecto”, añadió, pero dejó claro que los socialistas no lo permiten y por ello están “de acuerdo en que desaparezca que se descalifique de esta manera a un presidente legítimo y democrático, por decencia política y por decencia democrática, algo que algunos no tienen”, señaló.

Tras las palabras de López, la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, insistió en el “respeto parlamentario” y en que los políticos deben defenderlo, así como el decoro “más que nunca” en las instituciones.

Antes de confirmar la retirada del Diario de Sesiones de las menciones al golpe de Estado proferidas por Abascal, Armengol recordó, mirando al techo donde se ven aún las marcas que dejaron los disparos durante el 23-F, que el Hemiciclo vivió los “intentos del último golpe de Estado”.

Ya durante el discurso de Abascal, Armengol le recordó que se "necesita" y es "obligado cumplimiento" el "decoro" a la Cámara y le instó a retirar las palabras de "golpe de Estado" porque si no "en función de mis competencias las retiraré yo". Ante ello, el líder de Vox garantizó que no iba a retirar su propia palabra y añadió que no tiene "ninguna duda de que usted lo retirará del Diario de Sesiones por orden de la mayoría socialista, demostrando que efectivamente nuestra denuncia es una realidad, que ya ni los diputados tienen libertad de expresión en la tribuna de oradores del Congreso".

Finalmente, Armengol dio la palabra a Sánchez, pero este prefirió responder desde su escaño y evitó responder al líder de Vox porque los diputados de este partido “han renunciado al debate, así que queda todo dicho”. "Yo desde luego me siento representado por las palabras del portavoz socialista”, agregó.