Así lo afirmó la portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, en una rueda de prensa en la Cámara Baja en la que admitió que “hay fuerzas de extrema derecha que hablan demasiado de inmigración y en términos con los que” en Génova, sede nacional de su partido, no se sienten “cómodos”. No obstante, en ningún momento se refirió a este pacto, dado que no fue preguntada directamente por él.

En concreto, el acuerdo alcanzado entre PP y Vox en las Cortes Valencianas recoge que la Generalitat “incorpore estadísticas diferenciadoras en cuanto a natalidad, recepción de ayudas, uso de servicios de urgencias sanitarias, donación de sangre y absentismo laboral, distinguiendo entre población nacional y migrante”.

Preguntada por si Génova cree que sus gobiernos autonómicos tienen que ceder en leyes ideológicas a Vox a cambio de los Presupuestos, Muñoz se mostró convencida de que sus barones “negociarán todo lo mejor para los ciudadanos de sus comunidades autónomas”, aunque subrayó que no está “al día” de las conversaciones.

Además, compartió la reflexión del expresidente del Gobierno José María Aznar de que “nadie que es demócrata se puede sentir cómodo” con el discurso migratorio de algunas “fuerzas de extrema derecha”, aunque apuntó al “contexto europeo” y no a Vox.

Por último, incidió en que “las líneas rojas” marcadas por el PP de Alberto Núñez Feijóo son “la Constitución y la ley”, y que su partido prevé derogar la actual ley de memoria democrática por entender que es “una ley sectaria hecha de la mano” de Bildu, a quienes presentó como “los que justifican y siguen justificando que haya habido asesinatos de ETA”.