Impulsadas por los socialistas guipuzcoanos, estas enmiendas establecen el derecho de los vascos a decidir sobre su futuro con arreglo a la ley y de manera pactada.

El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, la parlamentaria Gemma Zabaleta y el concejal Denis Itxaso son los mentores de al menos media docena de enmiendas que pretenden estimular la reflexión sobre el fin de la violencia y las soluciones políticas al problema vasco en el próximo congreso del PSE.

A diferencia de lo ocurrido en el anterior congreso de los socialistas vascos, esta corriente descarta presentar un candidato alternativo al actual secretario general, Patxi López, que optará a la reelección, y tampoco contempla llevar a debate una ponencia política alternativa.

Con este compromiso previo, la dirección del PSE está manteniendo contactos con Zabaleta, que en marzo de 2002 presentó su candidatura a la secretaría general, para tratar de integrar sus propuestas en el documento oficial que se debatirá en el congreso.

De llegar a un acuerdo, algunas de esas enmiendas podrían aceptarse durante la celebración del cónclave socialista e incluirse en el texto final del documento político a modo de declaración de intenciones y de impulso al proceso de pacificación.

DERECHO A DECIDIR

Una de las seis enmiendas incide sobre el llamado "principio de consentimiento" y establece que "en ausencia de violencia, la ciudadanía tiene derecho a decidir democráticamente con arreglo a la ley y al pacto".

Los patrocinadores de la enmienda entienden que una declaración de esta naturaleza sería el espaldarazo que necesita ETA para abrir formalmente el proceso de disolución y cese de la violencia, y toman como ejemplo la declaración de "Downing Street" que facilitó la decisión de abandono de las armas del IRA en Irlanda del Norte.

Esta declaración, sin embargo, choca con ciertas reticencias en el Gobierno central, que pide a los socialistas vascos que sean cautos, máxime cuando está previsto que el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acuda a clausurar el congreso a Bilbao.

Otra de las enmiendas que se someterán a debate del congreso es la que define al País Vasco como "nación" o como "comunidad nacional", un aspecto que ya no despierta recelos ni en Bilbao ni en Madrid y que cuenta con la aprobación del propio presidente.

Además, Elorza, Zabaleta e Itxaso dicen en otra de sus enmiendas que tras 25 años de democracia el marco estatutario del País Vasco está superado y "se hace necesaria la relectura del Estatuto".

En su opinión, el actual texto ya "no puede ser punto de encuentro", aunque tampoco lo es el "plan Ibarretxe", por lo que apuestan por "nuevos puntos de encuentro basados en principios, valores y procedimientos que debemos compartir en el marco del respeto escrupuloso a los derechos humanos, en ausencia de violencia y bajo el respeto a la legalidad".