Don Juan Carlos señaló que "desde la posición que me asigna la Constitución, pido a cada uno de los poderes del Estado ecuanimidad y respeto hacia sus respectivas competencias y campos de actuación; a los responsables políticos y a los interlocutores sociales y a todos aquellos que participan direct o indirectamente en la vida pública, espíritu de convivencia y compromiso por encima de las naturales y deseables diferencias ideológicas".

El Rey insiste en que no se debe olvidar que los intereses generales priman sobre los particulares. "Ese fue el gran legado de la transición, que ha despertado la admiración y el reconocimiento de todo el mundo. Todos debemos esforzarnos en retomar lo esencial de aquel espíritu para fortalecer la convivencia, la transparencia y la autenticidad de nuestra democraca".

Esta reflexión, añadió Don Juan Carlos, es un intento de "remontar la visión" por encima de los acontecimientos más inmediatos. No obstante, advirtió, "sería injusto no reconocernos, también colectivamente, nuestros logros y esperanzas. Si analizamos lo que hemos sido capaces de avanzar en un período tan corto, en términos históricos, no podremos concluir más que reafirmando nuestra confianza en la capacidad de la sociedad española, en nosotros mismos".

Para el Rey, la Constitución aprobada e 1978 "ofrece vías de solución democráticas para cualquier problema, por grave y difícil que parezca".

OBJETIVO CUMPLIDO

Veinte años después de su coronación, Su Majestad considera "plenamente cumplido" el principal objetivo que se trazó: "el de llegar a ser Rey de todos".

Resaltó y agradeció, a este respecto, "las efusivas pruebas" de todos los españoles que muestran "que en mi persona queréis depositar la gratitud a todos los que, desde posiciones diversas, han aportado lo mejor de sí mismosla tarea de devolver a los españoles la responsabilidad de su destino histórico".

En su discurso el monarca advirtió que "nunca la sociedad española había gozado de un periodo tan largo de convivencia democrática plena", "no debemos verlo como ocasión para la autocomplacencia".

El Rey señala que los 20 años de reinado debe ser "un estímulo para seguir trabajando en la consecución de nuevas metas de prosperidad, equilibrio, integración y desarrollo. Porque lo conseguido ayer nos indica que podemo dar respuesta, si nos aplicamos a ello, a los problemas de hoy y de mañana".

RECUERDO A ALDAYA

En su tradicional discurso, don Juan Carlos se refirió también a la violencia terrorista, que "continúa siendo una herida abierta en la piel de nuestra sociedad, aunque sin duda, viéndolo con la adecuada perspectiva histórica se han producido logros y avances con la colaboración de muchos".

"Pienso con especial afecto en sus víctimas, todas inocentes, sus familiares y allegados. Pienso en los secuestados, privados de libertad y del calor de los suyos, retenidos tan injusta como cruelmente por quienes desoyen el clamor de la sociedad entera", añadió en referencia al empresario José María Aldaya, secuestrado desde hace siete meses por ETA.

También hizo referencia a "quienes luchan valientemente por la paz y la concordia", y convocó a todos a la unidad "frente a la sinrazón" para cerrar "cuanto antes esta llaga de nuestra convivencia".

Don Juan Carlos insistió en que "sólo desde la unidad en elrespeto a las reglas de la democracia y la primacía del Estado de Derecho, podremos avanzar en al erradicación de esta lacra, que ha vuelto a golpear de manera indiscriminada a nuestra sociedad en fechas recientes".

MORAL "EMPOBRECIDA" DE LA JUVENTUD

En su XX Mensaje navideño a la nación recuerda que el "primer problema" en el orden de la preocupación e importancia es el paro, que es un "drama personal y familiar para quien lo sufren y un factor desintegrador de la sociedad", y se pregunta por los vlores de nuestra juventud.

"Deberíamos preguntarnos si los valores que estamos inculcando a nuestros jóvenes son los más adecuados para su desarrollo personal y si no podemos hacer más para que nuestros hijos no estén sometidos con frecuencia a mensajes moralmente empobrecedores, cuyos efectos son socialmente negativos", afirma.

CORRUPCION

Otros elemento de "preocupación colectiva", que produce "desánimo y desmoralización de la sociedad", es la corrupción, unas "conductas intolerables que debenser corregidas y sancionadas de acuerdo con la Ley".

Don Juan Carlos comentó que "la capacidad y el vigor de las insituciones y la libertad de expresión aseguran que la corrupción no pueda prevalecer en un régimen democrático".

Recordó que "son muchísimos más" los políticos y profesionales que sirven con lealtad y honestidad" al Estado. "Otro tanto sucede en el ámbito privado, donde la gran mayoría de los empresarios están contribuyendo decisivamente con su esfuerzo al progreso y la modernizaciónde nuestro país".

En el ámbito internacional, el monarca resaltó la labor de los soldados españoles desplazados en la antigua Yugoslavia, así como a las familias de quienes "han entregado su vida en esta generosa tarea".

Don Juan Carlos se refirió a la reciente Presidencia Europea de España para resaltar "el creciente papel de nuestro país en el concierto internacional".

"España y sus hombres están hoy cada vez más presentes en sus foros de decisión y cooperación del mundo", añadió en referecia al nombramiento de Javier Solana como secretario general de la OTAN. "Aunque el proceso de la unión (Unión Europea) está resultando menos fácil de lo que algunos pensaban, los pasos que se están dando son importantes, como lo demuestran los acuerdos de la reciente Cumbre de Madrid".