Para los grandes distribuidores, la denominada "Directiva Bolkestein", introduce en el mercado "una mayor libertad" para los distintos operadores de servicios y "elimina barreras artificiales que, en la actualidad, impiden un mayor crecimiento en el sector".

En este sentido, la patronal Anged cree que la normativa "impulsará la creación de riqueza y empleo y permitirá dar una mejor repuesta a las demandas de los consumidores".

Anged considera que la Unión Europea ha llegado a la conclusión de que liberalizar el sector de servicios, que representa un 70% de su economía, es condición "sine qua non" para cumplir los objetivos de la Agenda de Lisboa, que pretende situar a la UE en la vanguardia de la economía mundial en torno a 2010.

Los grandes distribuidores entienden que "esta mayor liberalización beneficiará también al sector del comercio, que, debido a las numerosas restricciones en las regulaciones nacionales, no ha podido ni puede desarrollar todo su potencial de crecimiento".

La directiva, que deberá ser aplicada al derecho nacional de los Estados miembros en un plazo máximo de tres años, permitirá modernizar de forma progresiva y coordinada el sector servicios y presta especial atención a los derechos de los consumidores.

En concreto, la directiva señala que los Estados sólo podrán imponer requisitos de establecimiento si no suponen discriminación, si existe una razón imperiosa de interés general y si son proporcionados.