Montes, cabeza visible de este conflicto, afirmó en rueda de prensa, visiblemente emocionado, que "han sido tres años terribles; años de represión para diez personas que fueron perseguidas y despedidas y para todos los compañeros que apoyaron las concentraciones y que recibieron cartas de apercibimiento de despido por apoyarnos".

Preguntado por si el Gobierno de la Comunidad de Madrid tiene que pedir perdón a todos los médicos del Severo Ochoa que fueron represaliados por mala praxis, lo que el auto de la Audiencia Provincial de Madrid niega, el doctor Montes afirmó que la petición de perdón se la debe a los usuarios del hospital y a todas las personas que en el último momento de su vida no fueron sedadas por culpa de este caso. "Eso sí que es mala praxis", sentenció.

Además, la Asociación para la Defensa del Hospital Severo Ochoa exige en un comunicado a Esperanza Aguirre que asuma "responsabilidades políticas, que las hay", y la dimisión de Manuel Lamela, en su día consejero de Sanidad, y "de sus subordinados Arturo Canalda, Almudena Pérez y Armando Resinos".

Por su parte, el doctor Javier Martínez Salmean, jefe de Ginecología del hospital de Leganés, se sumó a esa petición tras afirmar que "es inconcebible que una persona que ha actuado como Lamela siga en la política".

La asociación, que ha anunciado su intención de actuar en los tribunales en aquellos casos en los que entienda que "deban sustanciarse exigencias de responsabilidad", agregó queel Colegio de Médicos de Madrid debe actuar por "el mantenimiento de una actuación tardía y ambigua que propició la indefensión de nuestros compañeros".

Por último, el doctor Fernando Jimeno, que era jefe de Urología del Hospital Severo Ochoa y que fue trasladado al Hospital de Móstoles en comisión de servicio, pidió "volver de inmediato a mi hospital, al Severo Ochoa". "Fui represaliado y ahora exijo volver", señaló.