La mayoría de los toxicómanos se definen como parados y el resto se encuadra en los colectivos de estudiantes y amas de casa. El 14,4 por ciento de los drogadictos se declaran trabajadores por cuenta ajena, el 6,5% pensionistas y el 4,8% trabajadores por cuenta propia.

Para Antonio Escobar, presidente de UNAD, esta situación pone de relieve la existencia de un gran problema, porque resulta muy díficil trabajar en a incorporación social de un colectivo que, además de su situación de dependencia de una sustancia, también tiene un problema de dependencia económica, lo que implica una dificultad añadida de marginación social y económica.

Para las organizaciones de ayuda al toxicómano, es imprescindible introducir mejoras en los mecanismos de inserción social y laboral, tanto de drogodependientes y ex adictos como de ex reclusos.