Los expertos del centro de investigaciones estadounidense John Hopkins aseguran que uno de cada diez casos de accidente en los que se ven implicados jóvenes está asociado al consumo de alcohol o estupefacientes, circunstancia que a menudo los padres y médicos que les atienden desconocen.

Por ello, lamentan que los hospitales no lleven a cabo más controles para determinar la caus de las lesiones que sufren los jóvenes que acuden a los centros médicos, que normalmente no son sometidos a controles que determinen la presencia de estas sustancias en su organismo.