Así lo destaca Easyjet en un comunicado, en el que asegura que su inversión en estos aeropuertos posibilita la creación de alrededor de 150 puestos de trabajo adicionales entre Málaga, Palma de Mallorca y Barcelona.

De hecho, este domingo procederá a la reapertura de sus bases estacionales en Málaga y Palma de Mallorca. Operativas hasta el final de octubre, ambas bases cuentan con más del doble de la oferta de asientos (capacidad) registrada en 2021 y una ampliada flota para impulsar el número de pasajeros transportados, contribuyendo así a la recuperación turística en España, un mercado estratégico para la aerolínea.

En concreto, Easyjet sigue apostando por sus bases estacionales en Málaga y Palma con una capacidad de 1,9 millones y 2,8 millones de asientos respectivamente, lo que supone un incremento de cerca del 150% y del 115% en comparación con los niveles de capacidad de 2021.

Mejoran también las previsiones en términos de pasajeros transportados, que en la primera ciudad podrían pasar de los 585.000 pasajeros del verano de 2021 a situarse entre 1,45 y 1,7 millones en 2022, mientras en la segunda localidad podrían aumentar de 989.000 pasajeros a estar en un rango de entre 2,25 y 2,5 millones. En cualquier caso, esto supone incrementos de entre cerca del 130% y el 190%, en el mejor de los escenarios.

Dejando atrás el impacto de ómicron y observando una gradual relajación de las restricciones a los viajes en mercados emisores clave como el Reino Unido, que el pasado mes de febrero eliminó el requisito de presentar una prueba de covid-19 para acceder al país, Easyjet espera situarse en niveles cercanos a los de 2019 de cara al verano, una época en la que las bases estacionales juegan un papel clave.

Por todo ello, ha reforzado la operativa en ambas bases con dos aviones más en cada localidad, con lo que la flota de la ciudad andaluza aumenta de 3 a 5 aviones y la disponible en la isla balear lo hace de 5 a 7. Además, la flota de la base de Barcelona también se refuerza con un avión más.