Según Ecologistas en Acción, el regadío supone actualmente más del 85% del consumo total de agua. Si tienen en cuenta los retornos (el agua que vuelve al sistema después de ser utilizada), el consumo neto total para suelo regable sería del 93%.

En las últimas décadas ha crecido la superficie regada, especialmente en Castilla-La Mancha (un 64,7% más en 25 años) y Andalucía (un 44,1% en ese mismo periodo).

“La modernización de regadíos, cuyo teórico objetivo era el de aumentar la eficiencia en la utilización del agua y así liberar recursos, ha conseguido el efecto contrario, pues los volúmenes liberados se han empleado en abastecer a nuevos regadíos. Como resultado, el agua total consumida en los regadíos cada vez es mayor”, apuntó Ecologistas en Acción.

Ello tiene su efecto en los embalses. Actualmente, el nivel nacional de agua embalsada se sitúa 18 puntos por debajo de la media de los últimos 10 años, una situación agravada en las cuencas internas de Cataluña (55 puntos menos que el promedio), Andalucía (35 puntos menos) y la cuenca del Guadiana (27 puntos menos).

Asimismo, el estado de los acuíferos empeora, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, pues sus niveles bajan con independencia del régimen de lluvias y cada vez son más los acuíferos sobreexplotados.

“Varias regiones se encuentran ya al borde de un colapso hídrico, que podría tener lugar en los próximos meses”, indicó Ecologistas en Acción.

NO MÁS HECTÁREAS REGABLES

Por ello, esta organización pidió a Transición Ecológica que corte el riego en las cuencas hidrográficas con los embalses al menos 20 puntos por debajo de la media de los últimos 10 años, en tanto que en las demás demarcaciones debería restringir “sustancialmente” el riego.

Además, Ecologistas en Acción demandó que se modifiquen los planes hidrológicos para que se prohíba crear “ni una sola hectárea más de regadío”, así como que se establezcan planes encaminados a la reducción parcial de la superficie de regadío existente, sobre todo en las grandes explotaciones y cultivos de leñosos en riego que son propios de secano (olivar, viñedo y almendro).

“De esta manera se podrá garantizar el abastecimiento de agua a las poblaciones, así como el mantenimiento de los caudales ambientales en los ríos. En el caso de que no se adopten esas medidas, el sistema hídrico colapsará en amplias zonas del Estado español, con cortes diarios de agua a numerosas poblaciones, que cada vez serán de más duración y supondrán una pérdida en la calidad de vida de sus habitantes”, concluyó Ecologistas en Acción.