Jesús López, portavoz de Coagret, juzgó positivaente la protesta y reclamó al ministerio una moratoria de cinco años en la construcción de grandes presas.

Según López, durante ese tiempo el Gobierno debería consensuar con los agentes y las organizaciones sociales una política hidráulica "coherente y sensata", y además podría adaptar a la legislación española la futura directiva europea de aguas.

Sin embargo, mostró sus dudas respecto al talante negociador del Gobierno, ya que aseguró que "hasta ahora se ha cerrado a cualquier tipo de diálogo".ACCION ANTE EL MINISTERIO

La protesta ante el ministerio concluyó con la simulación de la construcción de una presa y su posterior derrumbe. En la acción participaron, junto a Coagret, sindicatos y organizaciones ecologistas.

Ricardo Aguilar, portavoz de Greenpeace, denunció la situación de muchos tramos fluviales y la pérdida de calidad del agua en España. En este sentido, aseguró que 25 kilómetros de río sufren unos niveles de contaminación inaceptables y señaló que la red de depuradoras es tdavía insuficiente.

Por su parte, Dolores Hedo, del Departamento de Conservación de la Sociedad Española de Ornitología (Seo/BirdLife), explicó que los proyectos actuales de construcción de pantanos amenazan 55 áreas de importancia internacional para las aves, y la cifra se eleva a 128 áreas si se contabilizan las afectadas por grandes explotaciones agrarias, habitualmente regadíos.

Según CCOO, a estos impactos hay que añadir la falta de seguridad de muchas presas. El sindicato mantiene que la miad de las 1.2000 grandes presas que existen en España tienen más de 40 años y el 80 por ciento no han cumplido las normas de utilización y mantenimiento contenidas en la Instrcción para el Proyecto, Cosntrucción y Explotación de Grandes Presas de 1967.