Piqué aseguró, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que esta "rectificación" es "algo que decepciona" al Ejecutivo y al conjunto de los españoles, pero que no le extraña, porque "hay muchos ejemplos que nos permiten que dudemos de si la nueva Mesa de EH tiene voluntad de paz".

El portavoz se refirió, en concreto, a la presencia de miembros condenados de la banda terrorista ETA en las listas electorales de la coalición, algo que, dijo, hace que a EH le falte "mucho camino para ser un partido democrático".

No obstante, Piqué dijo que éste es un proceso muy complejo y lleno de contradicciones, como las que pueden deducirse de esta rectificación de la dirección de EH sobre su condena a los actos violentos.

En este sentido, preguntado sobre si la sentencia del Tribunal Consitucional que dio lugar a la liberación de la antigua Mesa de HB ha podido provocar que la coalición decidiese cambiar su postura sobre la violencia, dijo que el proceso de paz "tiene una lógica propia".

Esta lógica iría ligada, según Piqué, a "la voluntad real o no de ETA de abandonar definitivamente las armas y a la progresiva normalización política en el País Vasco sobre la base de que los partidos que no aceptan las reglas democráticas las acepten".

En todo caso, insistió en que las consecuenias de la salida a la calle de la antigua Mesa de HB deben circunscribirse al entorno de la banda terrorista ETA, como aseguró ya había dicho el Gobierno cuando se dictó la sentencia del Constitucional.

Sobre el segundo encuentro entre el Gobierno y la cúpula de ETA, Piqué manifestó que depende de ETA y de "la sinceridad y autenticidad de su voluntad de paz", y no de la disposición de los partidos democrático, como había declarado el presidente del PNV, Xabier Arzalluz.