Lo anunció en su intervención inicial en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, quien justificó el cambio de denominación como “una apuesta estratégica” para “hacer aún más visible el esfuerzo por adaptar la defensa de nuestro país a los nuevos desafíos”.

Según recordó, la Estrategia de Seguridad Nacional "reclamó un refuerzo de las capacidades del Ejército en este ámbito”, y además subrayó que supone “una apuesta importante por la industria aeroespacial”, muy vinculada con el Ministerio de Defensa y con la Agencia Espacial Española que va a poner en marcha.

Rodríguez calificó a esta industria como “un sector estratégico por lo que significa su producción”, por “el ecosistema” que genera y por la transformación del mercado laboral que implica. Señaló a Francia y Estados Unidos como países que ya han avanzado en este campo y destacó que supondrá un refuerzo a las Fuerzas Armadas “para poder monitorizar este espacio”.

El debate sobre el cambio de denominación se remonta al menos a 2019, como atestiguó ya en noviembre de ese año la entonces en funciones ministra de Defensa, Margarita Robles, quien justificó que "no se puede contemplar el siglo XXI sin obviar el espacio", y éste “forma parte de nuestra seguridad y de nuestra vida".