La clara victoria del Partido Popular (13 diputados) no garantiza la Presidencia de la región para su candidato, José Joaquín Martínez Sieso, quien se verá obligado a pactar, aunque sin garantías.

Si como han repetido insistentemente durante la campaña electoral los populares no pactan con la Unión para el Progreso de Cantabria de Juan Hormaechea (aunque sin la presencia de éste en el Parlamento cántabro), única formación que le daría la mayora absoluta (20 diputados) con sus siete escaños, el PP se verá obligado a negociar con el Partido Regionalista de Cantabria (6) y esperar la abstención de PSOE (7) e Izquierda Unida (3).

La opción regionalista, cuyo líder Miguel Angel Revilla se ha mostrado dispuesto a este pacto, siempre que se dé "estabilidad a la región y se gobierne con honradez", posibilitaría también la gobernabilidad en el Ayuntamiento de Santander, en donde el PP obtuvo 11 de los 27 concejales.

Por su parte, los socialists, que han perdido seis diputados y tres concejales en Santander, realizaron un llamamiento a los regionalistas tras conocerse los resultados definitivos para que propicien un Gobierno de progreso en las principales instituciones de la región a través de un pacto tripartito entre PSOE, el PRC e IU.

Sin embargo, esta posibilidad es poco probable debido a que ni en la Asamblea regional ni en el Ayuntamiento de Santander este pacto daría la mayoría absoluta.