A esa cantidad hay que sumar los 250.000 millones invertidos en el período 1996-2000, para financir, entre otras cosas, el nuevo aeropuerto de Bilbao o inversiones en el superpuerto vizcaíno.

En respuesta a una pregunta del diputado del PP por Guipúzcoa José Eugenio Azpíroz, Aznar ha señalado que su Gobierno quiere que el País Vasco siga siendo un espacio de desarrollo, pero para ello es necesario "reforzar el marco jurídico-institucional" de esa comunidad.

"De tal manera que hemos de seguir plantando cara con todos los instrumentos del Estado de Derecho ante aquellos que quieren, bien quebra la convivencia, bien acabar con las posibilidades de desarrollo y prosperidad del País Vasco", dijo Aznar.

El jefe del Ejecutivo ha dicho que está deseoso de que la ciudadanía vasca sepa valorar ese esfuerzo porque es sabedor "de que no hay desarrollo si peligran la libertad y el progreso". "Y no hay libertad ni progreso fuera de los marcos institucionales de convivencia vigentes en la Constitución y el Estatuto", añadió.

"LEALTAD" CON EL PROXIMO GOBIERNO

Por otro lado, José María Aznar ha aseurado que el Gobierno Central actuará con "lealtad" constitucional respecto al próximo Ejecutivo vasco y ha añadido que espera que ese gobierno "vaya en el mismo sentido".

Así lo dijo en respuesta al coordinador general de IU, Gaspar LLamazares, al que ha exigido una explicación a la opinión pública sobre su apoyo al Pacto de Estella.

LLamazares replicó a Aznar llamándole "converso" a la Constitución y al Estatuto de Gernika y pidiéndole que explique por qué, mientras que en la legislatura pasada"hablaba catalán en la intimidad", ahora considera que el Estatuto de Gernika sólo podrá ser desarrollado por el Ejecutivo Vasco del PP.

Le ha instado a no tener relaciones institucionales basadas "en sus filias y en sus fobias", y le ha pedido que deje de hacer campaña institucional al margen del Gobierno vasco o de "utilizar a la Corona" para "desarrollar su tesis o sobre la historia imperial de España".