La iniciativa se enmarca dentro del esfuerzo continuo por mejorar la interoperabilidad entre unidades de élite de las Fuerzas Armadas y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

El programa de actividades se centró en varias áreas fundamentales: conducción evasiva; tiro con pistola: TCCC (Tactical Casualty Care); y CQB (Close Quarters Battle). En cada uno de estos ámbitos, los participantes compartieron tácticas, procedimientos y experiencias, enriqueciendo mutuamente sus capacidades operativas.

La conducción evasiva fue uno de los puntos clave del entrenamiento, permitiendo a los efectivos del Ezapac, la unidad de Operaciones Especiales del Ejército del Aire, aprender las técnicas de la Guardia Civil para realizar conducciones de alto riesgo con vehículos civiles y orientadas a un entorno semi permisivo.

En cuanto al tiro con pistola, se realizaron ejercicios de fuego en condiciones de estrés, tanto en posiciones estáticas como en movimiento, haciendo especial hincapié en la precisión, la rapidez de reacción y la seguridad en el manejo del arma en entornos cerrados.

Por último, el entrenamiento en CQB o en áreas urbanas permitió a ambas unidades ensayar entradas a edificios, despeje de habitaciones y coordinación en espacios reducidos. Estas técnicas resultan esenciales en operaciones militares y policiales, especialmente en contextos donde la protección de la población civil es prioritaria.

En esta colaboración se forzó la simulación de heridos en las acciones de combate urbano para integrar a los paramédicos de ambas unidades y poner en práctica los procedimientos de TCCC en situaciones de combate y estrés.

El ejercicio concluyó con la inclusión del equipo del Ezapac en una operación simulada con varios equipos de respuesta rápida y del Equipo de Respuesta y Rescate, todos ellos pertenecientes al GAR. Un ejercicio que se desarrolló en Logroño y contó con participación internacional.