Elkarri consideró acertado "fomentar la participación de la sociedadd vasca en el proceso de paz, así como su movilización", porque "es la orma más democrática de afrontar un proceso de este tipo: contando con el empuje, la implicación y la complicidad de la sociedad afectada" y porque, a falta de "apoyo internacional, un plan de trabajo ya en marcha o un hábito de negociación permanente, el caso vasco se debe apoyar en su propia sociedad".

"Esta movilización supone una nueva e interesante aportación al proceso de paz, entendido éste como el periodo en el que, además de humanizar la política mediante la desaparición de todas las violencis, se trabaje para conseguir un nuevo acerdo sobre las reglas de convivencia y de autogobierno, en el que todas las sensibilidades políticas participan en su gestación y resultado final", añade la nota.