La compañía alicantina basó la primera querella en las prácticas bancarias "inadecuadas" realizadas por directivos de la oficina principal del Banco de Satander en Alicante, con el supuesto consentimiento de la cúpula de la entidad que preside Emilio Botín, concretamente con la ejecución de créditos no vencidos.

Emilio Botín, en compañía de otros directivos del banco, acudió a declarar por este motivo ante el juzgado número dos de la capital cántabra, el pasado 21 de junio.

El abogado alicantino explicó a Servimedia que la querella se encuentra paralizada, "despúes de que el juez nos haya pedido que precisemos qué delitos se imputan a cada uno de os denunciados en la querella".

Según este abogado, la empresa Saterra Alicante S.A. ha comunicado al juez que acusa "a todos y a cada uno de los implicados de los delitos que figuran en la querella" y, tras esta matización, "posiblemente se tenga que ampliar la denuncia a otros delitos de falsificación de documento público".