Según notificó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el beneficio de este año se incluye la plusvalía neta por la venta del gasoducto de Morelos por importe de 42,2 millones de euros y en el beneficio del año pasado se incluyeron plusvalías por la venta de GNLQ por 178,9 millones, la entrada de socios en Enagás Renovable por 49 millones y un deterioro negativo por ajuste de una participación de 133,8 millones.

Sin estos elementos no recurrentes, el beneficio neto habría bajado un 16,4%, principalmente porque los ingresos regulados se han reducido en 45,9 millones de euros, fundamentalmente por la aplicación del marco regulatorio 2021-2026.

Desde la compañía resaltaron que el beneficio obtenido se encuentra según lo previsto para alcanzar el objetivo del año, en la parte alta del rango (entre 310 y 320 millones) y confirmaron sus objetivos para este ejercicio de alcanzar, además del citado rango de beneficio, una aportación de sus filiales entre 190 y 200 millones y una inversión neta de unos 250 millones. De acuerdo con lo recogido en su plan estratégico, la compañía prevé tener, a fecha de 31 de diciembre de 2023, una deuda neta de alrededor de 3.700 millones de euros. Desde Enagás destacaron que el Plan Estratégico se está ejecutando a un ritmo superior al previsto.

El total de ingresos ascendió a 672,7 millones de euros, lo que supone una reducción del 5,9% respecto a los nueve primeros meses de 2022. Los ingresos regulados en los nueve primeros meses del año se situaron en 655,6 millones, mostrando una reducción de 45,9 millones, debido principalmente a la aplicación del marco regulatorio 2021-2026 (38,5 millones de euros) y menores costes auditados.

Enagás destacó que el sistema gasista está funcionando en 2023 “con la máxima robustez y flexibilidad”, con una disponibilidad del 100%, y ha recibido gas natural desde 16 orígenes diferentes. Por primera vez en su historia, España ha conseguido llenar al 100% sus almacenamientos subterráneos desde el mes de agosto.

El nivel de almacenamiento medio de los tanques de gas natural licuado (GNL) durante los nueve primeros meses del año fue del 61% y, a 30 de septiembre de 2023, el 46% del GNL almacenado en Europa se encontraba en los tanques de las plantas españolas. Durante el tercer trimestre, ha sido relevante la puesta en marcha de la terminal de El Musel, que forma parte del ‘Plan Más Seguridad Energética’ aprobado por el Gobierno en octubre de 2022.

En cuanto a la demanda de gas, la cantidad total transportada por el Sistema Gasista español fue un 6,9% menor, por el descenso de la demanda convencional y de la demanda para generación eléctrica. No obstante, “se está consolidando un cambio de tendencia con una fuerte recuperación de la demanda industrial, que ha aumentado el 25,4% en el tercer trimestre” por el mayor consumo de los sectores de refino, químico, farmacéutico y cogeneración.

Los gastos operativos disminuyeron en 18,5 millones respecto a los nueve primeros meses de 2022, situándose en 245,1 millones, un 7% menos que los registrados en los nueve primeros meses de 2022.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en 572 millones, un 5,5% menos y “según lo previsto para alcanzar el objetivo del año de 770 millones de euros”.

El resultado de las sociedades participadas fue más positivo al del año 2022, teniendo en cuenta que GNLQ aportó 11,9 millones de euros a septiembre 2022 y que dicho activo fue vendido al final del año 2022.

La deuda neta en los nueve primeros meses de 2023 se redujo en 63 millones y se situó a 30 de septiembre en 3.406 millones de euros, un 1,8% inferior a la registrada a 31 de diciembre de 2022. Más del 80% de la deuda está a tipo fijo, tiene un coste financiero del 2,6% y una vida media de 4,1 años.