Energía

Endesa completa la voladura de la chimenea de la central de Litoral (Almería)

MADRID
SERVIMEDIA

Endesa realizó este jueves la voladura de la chimenea y de una de las estructuras metálicas de soporte de los conductos de absorción de la Central Térmica Litoral, un paso más en el proceso de desmantelamiento de la instalación que culminará en 2025.

Según informó Endesa, la voladura ha supuesto todo un reto a nivel técnico debido a las características de ambas infraestructuras.

Para su realización ha sido necesario diseñar un procedimiento específico con el objetivo de garantizar condiciones absolutas de seguridad y efectivas de demolición. Esta misma prevención se está aplicando en todos los procesos que conforman los trabajos de desmantelamiento y demolición de la planta.

“El empleo de explosivos es el procedimiento más seguro para demoler estructuras esbeltas y especiales, siempre que el entorno lo permite”, explicó Beatriz Muñiz, responsable de los proyectos de desmantelamiento térmicos de Endesa.

Para la voladura de la chimenea de cemento armado de la central térmica, de 200 metros de altura y un diámetro en base de 19,5 metros que se estrecha hasta los 12 metros de la punta, fue necesario debido a sus dimensiones y su ubicación el uso de 151 kilos de explosivos que se colocaron a doble altura, a cota cero y 96 metros.

El objetivo de esta medida fue doblar el fuste en dos, como si de una bisagra se tratara, de forma que la huella de caída se redujera a la mitad, minimizando la afección a determinadas infraestructuras que era necesario mantener en servicio mientras se realizan los trabajos de desmantelamiento.

Para esta demolición se utilizaron 380 detonadores electrónicos que activaron la carga explosiva que se colocó en la estructura mediante taladros distribuidos para dirigir la caída en la dirección planificada. Se fijó un radio de seguridad de 400 metros.

En el mismo radio de seguridad, y un segundo antes de la voladura de la chimenea, se produjo la voladura de la estructura metálica de soporte de los conductos del absorbedor del Grupo 2, de 47,8 metros de altura y 6 pilares, para lo que fue necesaria una carga de 15 kilos de dinamita, 34 cargas de corte lineal y 49 detonadores.

Ambas voladuras han producido alrededor de 13.000 toneladas de residuos (básicamente hormigón), que serán gestionados de acuerdo con la normativa medioambiental. Estos residuos serán valorizados en obra aplicando criterios de economía circular para ser usados como material de relleno, previa caracterización para verificar su carácter inerte.

En cuanto al residuo de hierro que constituía la armadura del hormigón armado y la estructura metálica, será objeto de valorización para su posterior uso.

Para minimizar la afección del polvo derivado de la explosión, además de la irrigación previa de la superficie sobre la huella de caída, se instaló una red de cortinas de agua y un cañón de nebulización en la dirección de caída.

La Central Térmica Litoral estuvo más de cuatro décadas operativa creando un vínculo muy arraigado con la zona. Una vez que Endesa desconectó la central en 2021, inició su proceso de desmantelamiento y la elaboración de un plan de futuro para el entorno.

Litoral fue construida en el marco del Plan Acelerado de Centrales de Carbón redactado en 1979 para cubrir las necesidades de incremento de potencia eléctrica debido al desarrollo económico que experimentaba España.

La infraestructura se ubica en 1.788.547 metros cuadrados en el término municipal de Carboneras y estaba compuesta por dos grupos de generación que sumaban 1.159 megavatios de potencia. Cada uno de estos grupos estaba formado por caldera, turbina y alternador como equipos fundamentales.

El desmantelamiento, la demolición de todos los edificios y equipos de la central, se encuentra en un grado de ejecución del 42%, y supone una inversión de más de 83 millones de euros. Actualmente más de 200 profesionales están trabajando de forma directa en este proceso, el 75% procedente del entorno, mientras que se estima en casi 200 el empleo indirecto que se está generando.

Los trabajos se están realizando de la mano de la UTE Lecalde, formada por la empresa vizcaína Lezama Demoliciones, especialista en desmantelamientos industriales, y la almeriense Caldererías Indálicas, tras lograr la licitación gracias a su oferta técnico-económica en la que se incluía una apuesta decidida por el mantenimiento del empleo local.

Todo este proceso forma parte del estudio europeo Iceberg (Innovative Circular Economy Based solutions demonstrating the Efficient recovery of valuable material Resources from the Generation of representative EBM) en el que colaboran 35 empresas de 10 países diferentes y que tiene como objetivo el establecer una recuperación de residuos más precisa antes de que estos se produzcan.

(SERVIMEDIA)
21 Mar 2024
JBM/clc