Además, la compañía ha lanzado un plan de ayuda con distintas líneas de actuación para ayudar a los damnificados por las riadas que han asolado la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha.

En concreto, va a lanzar una campaña de recogida de fondos entre sus más de 9.000 empleados y se ha comprometido a completar la cantidad recaudada hasta alcanzar un millón de euros, que serán canalizados hacia las zonas afectadas a través de Cruz Roja y Cáritas.

Además, va a reforzar sus canales de atención a disposición de sus clientes para poder solicitar el aplazamiento de sus facturas o resolver cualquier otra cuestión derivada de la aplicación de las medidas aprobadas por el Gobierno.

Junto a estas medidas corporativas, los trabajadores de Endesa se están sumando a la enorme ola de solidaridad desplegada desde todo el país. Toda esta ayuda está siendo canalizada a través del área de Voluntariado Corporativo de la Fundación Endesa aportando capacidad, tiempo y recursos.

Por ejemplo, este miércoles se coordinará una iniciativa especial en las sedes de la compañía en Madrid, Barcelona, Sevilla y Zaragoza donde los empleados voluntarios participarán en la preparación de 1.500 mochilas con equipos de protección individual (EPI).

Cada mochila contiene artículos esenciales para la limpieza y seguridad, como guantes, mascarillas FFP2, gel hidroalcohólico, gafas de protección y botas de agua, facilitando la protección durante las labores de recuperación.

Adicionalmente, los empleados de Endesa en Valencia participaron la semana pasada durante dos días en las labores de limpieza y acondicionamiento del centro educativo Escola Gavina en Picanya (Valencia), uno de los más perjudicados por las recientes inundaciones.

Finalmente, Endesa ha procedido ya a la donación de EPI por valor de 5.000 euros procedentes de la antigua central de As Pontes.