El paquete de acciones consta de 138 millones de títulos por los que EMOS desembolsó 34.457 millones y Enersis obtuvo unas plusvalías de 15.116 miilones.

La transmisión de la propiedad se produjo después de que la Comisión Resolutiva antimonopolio dira su aprobación a la venta. Este era el último requisito pendiente después de que EMOS se adjudicara el pasado 31 de mayo la compañía.

La venta de Aguas Cordillera se llevó a cabo a través de una licitación, pública y abierta, conforme a los términos y condiciones indicados el 27 de marzo pasado por la Comisión Resolutiva, siguiendo el criterio de mayor oferta, tomando como referencia un precio mínimo que se determinó internamente en Enersis.

La enajenación de la empresa se enmarca en el procesode venta de activos prescindibles de Enersis establecido en el Proyecto Génesis, Este plan tiene por objeto reducir costos e inversiones, a través de mejoras operativas y del incremento de la eficacia.

La venta de Aguas cordillera se debe a las limitaciones que impone la legislación chilena, que no permite la superposición de concesiones eléctrica y sanitarias en una misma áerea geográfica, circunstancia que impide capturar las sinergías propias de una compañía multiservicios.