Desnutrición

Las enfermeras alertan de que detrás de una persona mayor obesa puede haber un paciente desnutrido

MADRID
SERVIMEDIA

El Consejo General de Enfermería (CGE) alertó este miércoles que detrás de una persona mayor con obesidad puede haber un paciente desnutrido con una pensión muy baja que le puede llevar a la compra de alimentos más baratos y fáciles de comer como fiambres envasados y altamente procesados o dulces.

Así quedó de manifiesto en una jornada celebrada por el CGE de la mano de su Instituto Superior de Formación Sanitaria (Isfos) con el objetivo de potenciar y actualizar la formación enfermera en el ámbito de la nutrición.

Estas profesionales dejaron claro que el peso no es directamente proporcional al estado nutricional de una persona, por lo que “se encuentran no pocos mayores que por no poder adquirir determinados alimentos, dada su baja pensión, o no valerse para ir a comprar y cocinar presentan desnutrición y exceso de peso al mismo tiempo”.

Para muchos lo fácil y agradable es recurrir a alimentos dulces que les sacien y erróneamente creen que también les alimentan.

La sesión contó con la colaboración de la Unión Española de Sociedades Científicas de Enfermería (Uesce), la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética (AdENyD) y FontActiv.

DESNUTRICIÓN

Durante su intervención, la vocal de Nutrición del CGE y coordinadora científica de esta jornada, la enfermera Mari Lourdes de Torres, explicó la relación que existe entre la desnutrición y el gasto sanitario. “Un estudio realizado en 2013 en Estados Unidos sobre una población de 724.000 pacientes con desnutrición o en riesgo de padecerla puso de manifiesto la importancia de intervenir en estos casos tanto desde un punto de vista económico como de calidad de vida para el paciente”.

De esta forma, las estancias hospitalarias son más cortas, mejora la respuesta a los tratamientos y hay un menor consumo de fármacos, ya que el organismo responde mejor y el paciente se recupera antes. Tras este estudio, distintos países, entre ellos España, comenzaron a trabajar en la prevención y la recuperación de estos pacientes.

Tal y como subrayó Mari Lourdes de Torres, “tener una persona desnutrida sale muy caro. Cuesta el doble recuperar a uno de estos pacientes que conseguir que una persona con obesidad pierda peso”.

Un caso claro de la relación entre desnutrición y estado de salud son las úlceras por presión. Como apuntó la experta, “fuimos las enfermeras las que nos dimos cuenta de que los pacientes desnutridos presentaban más úlceras por presión, los tratamientos eran más largos y la cicatrización más lenta. El manejo de estas lesiones es carísimo, pero es que además son procesos muy dolorosos para el paciente”.

IMPORTANCIA DE LAS PROTEÍNAS

Ante un paciente desnutrido existen dos opciones que pueden ser complementarias: la intervención a través de la alimentación fortificada y la introducción de suplementos nutricionales orales (SNO).

Una de las claves para la recuperación de estos pacientes es la introducción de proteínas de calidad. Para ello, explicó la presidenta de AdENyD, Carmen Martín Salinas, “podemos recurrir a los purés altamente proteicos. Basta hacer un puré de patatas con verduras al que añadiremos la clara de un huevo o un huevo cocido y la clara de otro y un muslo de pollo o conejo, muy fácil de triturar”.

La opción del puré, añadió la enfermera de la Unidad de Nutrición del Hospital de Txagorritxu en Vitoria, Idoia Sáez de Argandoña, “es especialmente útil en el caso de los pacientes con disfagia, es decir, aquellos que tienen dificultades al tragar los alimentos”.

Si no es el caso y el paciente no quiere tomar purés por el motivo que sea, agregó, “puede empezar las comidas por el segundo plato: un filete de ternera con un huevo puede ser un buen ejemplo de un plato altamente proteico y eficaz en estos casos. Si a continuación el paciente aún tiene hambre puede pasar al primer plato”.

ATENCIÓN PRIMARIA

Además, Mari Lourdes de Torres subrayó que es esencial que las enfermeras de Atención Primaria presten especial atención al estado nutricional de sus pacientes, especialmente los mayores.

“Muchas de estas personas pueden llegar a la consulta por otro motivo, pero debemos estar alerta para detectar a aquellos que presentan desnutrición. A veces, un simple gesto como pasar la mano por la cabeza del paciente y observar una caída anormal del cabello puede ser la señal de alerta de que ese paciente no está bien nutrido. A partir de ahí, debe realizarse un test de cribado nutricional y cuantificar resultados”.

(SERVIMEDIA)
01 Mar 2023
ABG/clc