Fuentes directivas de la compañía eléctrica han señalado que la negativa del Partido Popular del Ayuntamiento de Almería impide el acuerdo político necesario con el Gobierno municipal socalista para poner en marcha una central eléctrica de gas, dedicada a la desalinización de agua del mar, cuya capacidad acabaría con el problema del suministro de agua en la ciudad.

La planta, que aprovecharía las viejas instalaciones de la central térmica de Zapillo, ahora paralizada, exige una inversión próxima a los 28.000 millones de pesetas, y en ella participaría también el grupo norteamericano Falcon Seaboard, además de las firmas españolas Abengoa y Lain.

Además, los responsables de Sevillna consultados por Servimedia reprochan a los responsables políticos de Almería la "ceguera" que les impide ver la oportunidad histórica para dotar a Almería de un ramal de gasoducto desde Cartagena, que permitiría la gasificación de la provincia, para lo que la planta proyectada sería un argumento de peso.

El principal argumento político contra la planta almeriense es su ubicación, ya que los responsables municipales del PP estiman que la situación de Zapillo deterioraría el área, extremo negado por evillana de Electricidad, que dice contar con los informes preceptivos de impacto en los que se demuestra que el efecto sería mínimo, además de funcionar con gas natural, el combustible menos contaminante de los convencionales en la generación eléctrica.

Otros dos proyectos de finalidad industrial e inversiones similares, pero algo más retrasados, corren la misma suerte, según Sevillana, en Cádiz y Málaga, en donde se intenta aprovechar la central térmica parada de la ciudad para construir una planta omo la almeriense.

La actitud del PP en Almería se contradice con la del mismo partido en Cádiz, en donde apoya un proyecto similar, pero cuenta con la negativa del PSOE.

En este caso, el componente de interés social se limita al del suministro de agua en una zona donde escasea, ya que el atractivo de la gasificación está garantizado por la llegada hasta Tarifa del gasoducto procedente de Argelia.

Los tres proyectos industriales cuentan con un doble atractivo empresarial, ya que, además de poporcionar un bien de elevada demanda, permitiría facturar la energía excedentaria del proceso de desalinización por su venta al Sistema Eléctrico Nacional.