La política de subvenciones a la industria cinematográfica española supone, para almaseda, una vía para arrancar, con vistas a suprimir las ayudas y las cuotas de doblaje y de distribución tan pronto como se recupere el sector.

"Para ello será importante que se potencie la inversión privada, como está ocurriendo en el resto de Europa, y eso se conseguirá a medida que se vayan haciendo buenas producciones, que animen a los empresarios a meter su dinero en películas porque resulten rentables", señaló el director general.

Rechazó las críticas hacia un excesivo proteccionismo en a industria audiovisual, con el argumento de que "éste no es el sector que recibe más ayudas del Estado; en Agricultura, por ejemplo, son más abundantes y a nadie le preocupa, y en otros países existen cuotas de pantalla más rigurosas que en España y eso se considera normal".

DISTRIBUCION EUROPEA UNIDA

Resaltó la importancia de construir infraestructuras capaces de competir a nivel internacional y abogó por la promoción de un canal potente de distribución del cine europeo como salida a la actual hegmonía de la industria norteamericana.

"Mi misión entre 1990 y 1992, cuando ocupé este cargo de director general, era afianzar la política interna en materia de cine", señaló Balmaseda, "cuando dimití no era consciente de la trascendencia europea; ahora que he vuelto creo que hay que abordar muchos temas de cara a Europa e Iberoamérica".

"Los problemas de la industria audiovisual española son muy similares a los del resto de Europa: debilidad y desequilibrio entre importación y exportación de cine por eso creo que no hay que plntear batallas hacia Europa, sino más bien hay que forjar una postura común que sea muy sólida", afirmó.

RESOLVER ENFRENTAMIENTOS

Acerca del actual enfrentamiento entre los sectores de la producción y la distribución por culpa del decreto de Medidas Urgentes para el Audiovisual, que beneficiaba a los primeros y perjudicaba a los segundos, Balmaseda opinó que al final se llegará a un acuerdo entre ambas partes, sin necesidad de imposiciones del ministerio.

"Los dosson ejes fundamentales de la industria, y estoy seguro de que llegarán a un acuerdo para gestionar la transición de manera que interese a todos, para que los productores puedan hacer películas y a los distribuidores les resulte rentable el cine español", explicó Balmaseda.

"Lo primero que voy a hacer es reunirme con todos los sectores y escuchar sus opiniones y sus sugerencias", anunció. "Mi primera obligación es escuchar, más que tratar de convencer a nadie, porque mi puesto es de gestión de políticaaudiovisual".