Además, el macho de la pareja está desaparecido, por lo que estas ONG sospechan que también podría haber sido víctima del envenenamiento.

Según relatan, en el cercado de alimentación suplementaria que existe en las cercanías del nido se encontró un conejo envenenado que presuntamente se usó como cebo para atraer a las águilas. Su presencia es "una prueba clara de la intencionalidad de atentar directamente contra las águilas imperiales", según los ecologistas.

Ecologistas en Acción, WWF y SEO/BirdLife consideran "inadmisible la facilidad con la que se ha podido acceder a la zona y colocar un cebo envenenado", por lo que exigen a la Junta de Andalucía un mayor esfuerzo en medidas preventivas para la erradicación del veneno de Doñana.

También piden a la Fiscalía que, "ante un delito fragrante como éste", inicie los trámites necesarios para su esclarecimiento y, una vez conocidos sus responsables, pida para ellos la máxima condena para este tipo de delito.

"Esta pérdida supone un importante golpe para la población de águilas imperiales de Doñana e implica perder a una de las escasas 250 parejas de águila imperial que existen en el mundo", concluyen.