Así lo aseguró durante la rueda de prensa posterior a la 260 reunión de la Comisión Permanente de los obispos españoles, la última de tipo ordinario antes de culminar su mandato en la Asamblea Plenaria que se celebrará el próximo noviembre.

La reforma educativa, en su puesta en marcha desde este mes de septiembre en los cursos impares, provoca que la asignatura de Religión tenga menos horas de docencia, no compute en las medias y no cuente con asignatura espejo, además de tener que impregnarse también de un “estilo competencial”, afirman los obispos.

El portavoz de los obispos reconoció que un grupo de comunidades autónomas, en su desarrollo territorial, ha reducido la carga lectiva de la Religión, otras la mantienen y que “en alguna ha crecido porque el desarrollo curricular ha completado el mínimo” establecido por el Ministerio de Educación.

El prelado recordó que “no hay asignatura de respaldo” pero la Lomloe “sí pide un acompañamiento tutorizado” a los alumnos que no van a clase de Religión mientras sus compañeros sí, lo que impide que “no estén jugando”. No obstante, también ese acompañamiento “supone una desigualdad y genera sus tensiones, sobre todo en tiempos de exámenes”, porque los estudiantes pueden repasar mientras otros acuden a clase de Religión.