Weihenmayer coronó los 8.848 metros del Everest a las 10,00 horas del pasado viernes hora local, junto con siete de los diecinueve compañeros que formaban el equipo de montañerosque el pasado 5 de abril iniciaron la expedición.

El escalador ciego, de 32 años, alcanzó la cima por la cara sur y con ayuda de oxígeno, al igual que Sherman Bull, que se convirtió, con 64 años, en el hombre más veterano que sube al "techo del mundo".

Weihenmayer es amante de los deportes de riesgo (paracaidismo acrobático, submarinismo, ciclismo de larga distancia, montañismo, maratón y esquí) y también se dedica a dar conferencias y a escribir libros y artículos sobre sus vivencias.

Preciamente se dedicará ahora a difundir por Europa su autobiografía, titulada "Alcanzar la cima del mundo: el viaje de un hombre ciego más allá de lo que la vista alcanza", donde relata las posibilidades que tienen las personas ciegas para cumplir los sueños que se propongan.

Weihenmayer perdió la vista a los 14 años, después de una enfermedad degenerativa que duró dos años. Hijo de un piloto de Vietnam, aprendió dos años después a escalar en roca, periodo de su vida en el que luchó también por que su cegera no le relegara respecto al resto de sus amigos.

Tras haber conseguido alcanzar las cumbres del Kilimanjaro, el Aconcagua, el McKinley, el Monte Vinson y el Everest, Weihemayer quiere cerrar el ciclo de las cumbres más altas de todos los continentes con las ascensiones al Elbruz y a la pirámide del Carstenz el próximo año. En la empresa de escalar el Everest contó con el apoyo de la Federación Nacional de Ciegos de Estados Unidos.