Dichas entidades participaron en una jornada de la ONG de Comercio Justo Ideas, celebrada en Madrid, en la que se debatiósobre la situación de este tipo de comercio en los países ricos del Norte. En la mesa redonda intervinieron el director de RSC de Eroski, Alejandro Martínez; el responsable de Clarisse España, Rafael Cascales, y el responsable de marketing de Intermón Oxfam, Fernando Contreras.

Contreras declaró que "el modelo de distribución de los productos de Comercio Justo en España es muy diferente al de otros países", ya que "aquí existe una gran concentración (Intermón controla el 60% de la distribución)".

Además, hay una gran polarización entre organizaciones especializadas en este tipo de comercio y empresas que no lo practican en absoluto. Algo muy distinto sucede en Francia, donde, según Cristophe Eberhart, gerente de la importadora especialista de Comercio Justo Equitable, "solo en 2008 se facturaron 104.000.000 de euros".

En este sentido, Contreras abogó por trabajar de forma conjunta con las cadenas de distribución, que acercan los productos al gran público, proporcionan su experiencia y saber hacer y facilitan la distribución de nuestro mensaje.

Para Contreras, "la distribución ha sido siempre la gran barrera", y añadió que, "si de verdad queremos ser una alternativa, tenemos que estar junto a los productos que compra la gente corriente".

CASOS DE ÉXITO

Eroski, que hace tres semanas empezó a comercializar sus primeros balones certificados con el sello de Comercio Justo, "ha facturado 400.000 euros de octubre de 2007 a septiembre de 2008 en este tipo de ventas", según su director de RSC.

"Esto supone un aumento del 9% con respecto al ejercicio anterior", continuó Martínez, que, no obstante, apuntó a la "necesidad de equiparar la situación del Comercio Justo en España con la de los países nórdicos y centroeuropeos".

Asimismo, destacó el fomento de productos no alimentarios, el impulso en la distribución, la consecución de un precio más competitivo y la incorporación de nuevos valores añadidos (calidad, ecología), como "los retos pendientes" en la difusión del Comercio Justo.

Por su parte, Rafael Cascales declaró que "una de las quejas más frecuentes" de los consumidores es la dificultad para encontrar este tipo de productos, por lo que Clarisse distribuye sus toallas y juegos para el hogar (fabricados con algodón certificado) mediante todos los canales posibles: hoteles, catálogos y supermercados.

Finalmente, Contreras criticó la reducción de precios por parte de las grandes superficies en los artículos de Comercio Justo, "pues, aunque no suponen una merma para el productor (al que se le paga un precio prefijado), sí puede confundir a los consumidores".