Esta medida afectará a la mayor parte de los representantes del PP protegidos en la actualidad por la policía autónoma, que no obstante seguirá escoltando a algunos dirigentes del partido de Alava y de Vizcaya y a un grupo de concejales de Guipúzcoa.

Según el diario bilbaíno, el PP ha ofrecido nuevos guardaespaldas a los miembros del partido que quieran conservar el servicio de vigilancia.

Desde que ETA anunció el alto el fuego, los representantes del PP en elPaís Vasco barajaban la posibilidad de que la Ertzaintza dejara de custodiarles e intuían que la medida iba a posponerse hasta después de las elecciones autonómicas.

Hasta el momento, la Policía Autónoma Vasca protegía a las tres cuartas partes de los 200 responsables del PP en Euskadi, mientras que el resto disponía de guardaespaldas contratados por el partido. El Cuerpo Nacional de Policía también realizaba labores de contravigilancia, a petición de la Consejería de Interior, desde el atentado contr el concejal de Rentería Manuel Zamarreño.

Según "El Correo", la decisión del Departamento de Interior ha provocado malestar en algunos sectores del PP, que se muestran disconformes no sólo con el hecho de que la Ertzaintza deje de protegerles, sino por la distinción que se ha realizado entre los miembros del partido a la hora de mantener o suprimir la protección proporcionada por la policía autónoma.

Los más críticos sostienen que aún no existen condiciones suficientes que justifiquen esta medid, a pesar de que ETA haya ratificado que su declaración de tregua es firme.

La campaña de asesinatos de concejales del PP por parte de ETA y el acoso que sufrieron los miembros del partido del País Vasco por parte de radicales "abertzales" tras el asesinato de Miguel Angel Blanco obligó a reforzar las medidas de seguridad de los cargos de este partido en Euskadi.