Así lo señala el gobernador en la presentación de la ‘Memoria de Supervisión 2024’ que fue difundida este martes por el organismo.

Escrivá resalta que la rentabilidad de la banca española “mejoró” el año pasado por el aumento del margen de intereses y los ingresos por comisiones, superior a los costes y provisiones.

Las ratios de capital “permanecieron estables, cubriendo con creces las exigencias normativas, pero lejos de la media europea”, anota el gobernador, que apunta que los beneficios “no se aprovecharon para recortar esta diferencia con Europa”.

El máximo responsable de la institución también destaca que las pruebas de resistencia mostraron que el sector mantendría “niveles adecuados de solvencia” en un escenario base y en uno adverso.

Escrivá contextualiza esta situación en un “medio muy cambiante, especialmente por el desarrollo de nuevas tecnologías, que no solo están modificando el entorno competitivo de las entidades financieras, sino también la normativa”, en el que el Banco de España está “adaptando” sus recursos, y en un momento de cambios internos.

El documento también recoge una entrevista a la subgobernadora, Soledad Núñez, en la que se refiere a la evaluación que se hizo el año pasado a la supervisión de conducta del Banco de España por parte expertos externos.

Núñez constata que se ha recomendado al Banco de España que cambie en el enfoque tradicional y no mire solo si las entidades cumplen las normas, sino que tenga en cuenta “ todos los riesgos de potenciales daños a la clientela”.

La subgobernadora recuerda que la futura Autoridad de Defensa del Cliente Financiero va a reordenar el marco jurídico de la protección de los consumidores y recibir la función de resolución de reclamaciones, “mientras que el Banco de España se va a fortalecer en la función preventiva”, de manera que “tendremos más capacidad de prevenir malas prácticas de las entidades financieras, evitando con ello posibles reclamaciones en el futuro”.