En una entrevista concedida a Servimedia, el ministro reconoció este problema y lo enmarcó en las preferencias de los ciudadanos de ser atendidos con cita previa en las oficinas de la Seguridad Social, después de que en la pandemia se hiciera así con cualquier trámite.

“Hemos tenido un aumento extraordinario de peticiones de que los trámites con la Seguridad Social se hagan tras acordar con cita previa, nos estamos adaptando a esta situación” y “hay unas fricciones de transición”, afirmó.

En esa adaptación, está ofreciendo a los funcionarios trabajar más horas por la tarde, en horario de 16.00 a 18.00, ofreciendo seis euros por consulta gestionada en esa franja. “A lo mejor hay que discutir si son seis euros y que tiene que ser mayor el incentivo”, apuntó el ministro, quien defendió que es una opción “voluntaria” y que con esas características “me cuesta ver dónde está el problema”.

Los sindicatos vienen pidiendo insistentemente un aumento de la plantilla, con lo que está de acuerdo Escrivá. “Por supuesto que tiene que haber más personal”, dijo, e indicó que se está reforzando con interinos para atender por teléfono, duplicando la cifra hasta los 250 o 300, al tiempo que están en marcha procesos de empleo público con los que se incorporará este año a la Seguridad Social 4.000 personas sobre una plantilla de algo más de 20.000 empleados. “La capacidad de absorber más personal en un año es imposible”, enfatizó Escrivá.

En esta línea, destacó que se está “redimensionando” la Seguridad Social en función de las preferencias de atención de los ciudadanos, pero que en la década pasada se redujo la plantilla “más de un 20%” y la brecha es “tan grande que lleva un poco de tiempo cubrirla”. Recordó que la Seguridad Social tramita nuevas prestaciones como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y tiene a disposición de las empresas los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) del Mecanismo Red. “A los funcionarios, lo que hay es que elogiar su comportamiento”, agregó.

Los sindicatos CCOO y CSIF han convocado paros todos los viernes de este mes y una huelga el 7 de septiembre para denunciar la falta de efectivos, el envejecimiento de las plantillas, el retraso en la gestión de prestaciones y el “incumplimiento” de leyes y acuerdos en materia de personal. El ministro confió en que habrá un acuerdo con las centrales en estas cuestiones en el marco del Plan Estratégico para la Seguridad Social.