Así se desprende de los datos difundidos este jueves por la OCDE y recogidos por Servimedia, que reflejan que, al contrario del diferencial negativo de España con la Unión Europea y la eurozona, con la OCDE se registra una distancia favorable en lo referente al repunte de los precios.

Eso sí, cabe destacar que, mientras la OCDE redujo su inflación en dos décimas, al pasar del 4,7% de enero al 4,5% de febrero, España empeoró su registro en una décima, elevando la tasa del 2,9% al 3%. En comparativa interanual, España también empeoró sus datos, ya que en febrero del pasado ejercicio la tasa se quedó en el 2,8%.

Más allá de España, la inflación disminuyó en 15 de los 38 países de la OCDE y se mantuvo estable o prácticamente estable en 15. En cambio, aumentó en ocho Estados, con incrementos superiores a un punto en Estonia y Noruega.

Por componentes, la inflación interanual de la energía disminuyó hasta el 3,6% en febrero de 2025, desde el 4% de enero, con caídas en 23 países y aumentos en 12. Los alimentos permanecieron estables, a pesar de que la inflación de los alimentos aumentó en 24 países y disminuyó solo en seis, debido en parte a una fuerte caída de 6,7 puntos en Turquía. Finalmente, la inflación subyacente de la OCDE (excluyendo alimentos no elaborados y energía) se mantuvo prácticamente estable.