ESPAÑA MEJORO SU IMAGEN ANTI-CORRUPCION MAS QUE NINGUN OTRO PAIS DEL MUNDO EN LOS DOS AÑOS DE GOBIERNO DEL PP
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Entre 1996 y 1998, España vio mejorar más que ningún otro país del mundo la percepción sobre el nivel de corrupción existente en los niveles administrativos y políticos para realizar negocios y actividades emresariales con normalidad, según un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) titulado "La corrupción en el mundo".
El estudio, publicado en el último número de la revista del FMI "Staff Papers", a la que tuvo acceso Servimedia, incluye un Indice de Percepción de la Corrupción, que sitúa a Dinamarca como país de mayor integridad, al obtener la máxima puntuación en un baremo de cero a diez.
De acuerdo con ese ranking, España pasó del suspenso en 1996, con 4,31 puntos, al 6,10 en 1998, lo quele permitió saltar del puesto 32 al 23, el mayor progreso registrado por todos los paises analizados.
No obstante, por delante de España siguen quedando casi todos los paises desarrollados y prácticamente todos los de la Unión Europea. Entre estos últimos, nuestro país sólo figura por delante de Grecia, Bélgica e Italia.
Los diez primeros del ranking son, por este orden, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Nueva Zelanda, Islandia, Canadá, Singapur, Noruega, Holanda y Suiza. Todos estos paises son regímnes claramente democráticos, con la única excepción de Singapur. Los paises más corruptos son Camerún, Paraguay, Honduras, Tanzania, Nigeria, Indonesia, Colombia, Ecuador, Venezuela y Rusia.
TOLERANCIA CERO
El autor del estudio señala que en los últimos años se ha producido un cambio claro en la actitud de ambigüedad que había hacia los regímenes corruptos del mundo capitalista cuando existía la división en bloques y se hacía la vista gorda ante los dictadores afines a las democracias occidentales. El estudio propone en sus conclusiones cuatro recomendaciones: "tolerancia cero" hacia la corrupción por parte de los líderes políticos; reducción y mayor transparencia en las regulaciones discrecionales que favorecen la corrupción; un aumento de los sueldos del sector público e incentivos entre los funcionarios para promover un comportamiento honesto; y buscar una solución a la financiación de los partidos políticos.
Sobre este último particular, el estudio señala explícitamente el caso italiano,que condujo al vuelco de todo su sistema político, y se refiere también al caso de Estados Unidos para resaltar la reciente controversia vivida por el escándalo de las donaciones.
La experiencia, añade, ha demostrado que, incluso con los mecanismos de fiscalización y los contrapoderes que existen en las democracias, "cuando no hay dinero público disponible para las actividades de los partidos políticos, se generan enormes presiones para conseguir fondos".
El estudio admite abiertamente que, durane la guerra fría y la división entre bloques, las democracias industriales adoptaron una política "hipócrita", en virtud de la cual se pasaban por alto las corrupciones en los más altos niveles de los regímenes en vías de desarrollo "mientras que permanecieran en el campo político correcto".
(SERVIMEDIA)
21 Feb 1999
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