Así se recoge en el informe ‘Descarbonización de la industria española’, elaborado por el ‘think tank’ Oikos y presentado este miércoles en el Senado.

El informe coincide con el anuncio de un nuevo fondo europeo para la descarbonización industrial, dotado con 1.000 millones de euros, del que las empresas españolas podrían beneficiarse.

El documento propone priorizar la electrificación a bajas y medias temperaturas (hasta 500 grados) por ser técnica y económicamente atractiva en los próximos 5 a 10 años.

Oikos apunta que segmentar la industria por demandas de calor y temperatura junto a una política que combine eficiencia económica y fiscal aumentará la española frente a otros países europeos, teniendo en cuenta la ventaja comparativa de España en coste de generación de electricidad descarbonizada gracias a la expansión de las renovables.

“La combinación de la tecnología de calor electrificado y los precios futuros de la electricidad hace que estas inversiones sean mucho más rentables en España que en Alemania, por ejemplo. Es importante que tanto las empresas como los reguladores sean conscientes de esta oportunidad para poner en marcha incentivos e inversiones”, según Luis Quiroga, cofundador de Oikos y coautor del informe.

GRAN DEPENDENCIA

El ‘think tank’ señala que las decisiones de inversión industrial que se tomen entre 2025 y 2030 condicionarán el modelo energético y productivo español hasta 2050, por lo que el foco a corto plazo sería la electrificación de media y baja temperatura que ya es actualmente viable con tecnologías como bombas de calor, calderas y hornos eléctricos.

La industria concentra en torno a un 19% de las emisiones en España y más del 57% del consumo energético del sector se destina a generar calor para procesos industriales que, a su vez, dependen en un 70% de los combustibles fósiles.

Debido a esta gran dependencia de la industria de los combustibles fósiles, es uno de los sectores más difíciles de descarbonizar. Sin embargo, es técnicamente posible electrificar los procesos térmicos industriales a temperaturas medias bajas a un coste asumible y logrando un alto nivel de descarbonización.

Estas temperaturas son propias de procesos térmicos comunes en industrias, como la agroalimentaria, textil, papelera y farmacéutica, frente a otras que requieren altas temperaturas (por ejemplo, acero y cemento, química, cierta metalurgia, etc.), que todavía no son viables.

Por ello, Oikos propone un enfoque estratégico de priorización de políticas de apoyo a la descarbonización industrial, centrándose en “la fruta más madura que no acaba de caer” (bajas y medias temperaturas), ya que presenta mayor disponibilidad comercial inmediata, proposición económica atractiva y potencial de escalabilidad.