Salud y medio ambiente

España registra la mejor calidad del aire desde la década de 1990 exceptuando la pandemia

- Las energías renovables cubrieron el 57% de la demanda eléctrica en 2024

- No obstante, dos tercios de los españoles respiraron aire contaminado el año pasado, según Ecologistas en Acción

MADRID
SERVIMEDIA

La contaminación atmosférica en España alcanzó el año pasado los niveles más bajos desde que en la década de 1990 se implantaran las actuales redes de medición de la polución, exceptuando 2020 y 2021, cuando hubo una mejor calidad del aire por las medidas de restricción de la movilidad de la población para frenar la pandemia de la covid-19.

No obstante, algo menos de dos tercios de la población española -concretamente, 30,9 millones o el 63,7% del total- respiró en 2024 aire con niveles de contaminación superiores a los nuevos límites legales de la UE, lo que supone 1,7 millones de personas menos o un descenso de 4,2 puntos porcentuales con respecto a 2023.

Así se recoge en el informe 'La calidad del aire en el Estado español durante 2024', elaborado por Ecologistas en Acción y presentado este miércoles en una rueda de prensa en Madrid por Miguel Ángel Ceballos, coordinador del trabajo; Carmen Duce, coordinadora de la organización; y Juan Bárcena, coordinador de calidad del aire de la ONG.

El trabajo se basa en datos oficiales de 790 estaciones de medición del control de la contaminación atmosférica repartidas por 132 zonas y aglomeraciones de toda España, entre ellas las de los principales aeropuertos y algunos puertos. La Autoridad Portuaria de Las Palmas es la única de las 54 administraciones consultadas que no aportó información.

El informe toma como referencia los nuevos valores legales de la UE para 2030 adoptados el año pasado. De acuerdo con esos umbrales, el aire contaminado afectó al 63,7% de la población española en 2023.

Si se considera la normativa comunitaria aún vigente (más laxa que la nueva), la población que respiró aire contaminado por encima de los límites legales se redujo a 8,4 millones de personas (un 17,2% del total), sobre todo en Canarias, Comunidad de Madrid, territorios limítrofes de las dos Castillas, el interior de Cataluña y Villanueva del Arzobispo (Jaén). Y la superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación llegó a 83.040 kilómetros cuadrados, un 16,3% del territorio

Otro índice incluido en el informe se refiere a los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), más estrictos que los límites legales vigentes y nuevos, y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la UE. Así, el aire contaminado afectó el año pasado a toda la población española y a casi 410.000 kilómetros cuadrados (el 91,2% del territorio).

MEJORÍA

Durante 2024, la calidad del aire en España mejoró respecto a 2023 y los años anteriores a la pandemia de la covid-19, con una reducción significativa de los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico (O3), en porcentajes que oscilan entre un 7% y un 36% respecto a los promedios del periodo 2012-2019.

El factor esencial que explica esa caída de la contaminación atmosférica es la evolución reciente del sistema energético, según Ecologistas en Acción.

Aunque la combustión de petróleo recuperó el año pasado los niveles previos a la pandemia, se redujo el consumo de gas y las fuentes renovables cubrieron el 57% de la demanda eléctrica, lo que limitó las emisiones de las centrales térmicas, desmanteladas la mayoría de las de carbón, las más contaminantes.

“2024 fue de los años con niveles contaminación más bajos desde que tenemos registros”, apuntó Ceballos, quien achacó la mejoría en la calidad del aire a que, “por primera vez, más de la mitad de la electricidad consumida en España provino de fuentes renovables”.

“Aunque estamos mejorando, falta mucho por hacer para llegar a niveles de contaminación aceptables”, apostilló Ceballos.

La principal fuente de contaminación en las áreas urbanas, donde se concentra la mayor parte de la población, es el tráfico motorizado, según el informe. En determinadas áreas fabriles y el entorno de las grandes centrales termoeléctricas, estas fuentes industriales condicionan la calidad del aire. Por su parte, el transporte aéreo y marítimo tiene más repercusión en el entorno de aeropuertos y puertos.

TIPOS DE CONTAMINANTES

Las partículas PM10 y PM2,5, y el NO2 en el aire siguieron afectando a la práctica totalidad de la población española. Las partículas PM10 presentaron en Canarias la peor situación, con 1.640 superaciones del umbral de alerta en toda España.

Barcelona y Madrid cumplieron el límite legal anual del NO2, pero superaron el nuevo límite anual aprobado para 2030.

El ozono troposférico siguió siendo el contaminante con una mayor extensión y afección a la población, y el más estrechamente ligado al cambio climático. Coincidiendo con las olas de calor de julio y agosto, en 2024 se produjeron 290 superaciones del umbral de información, concentradas en la Comunidad de Madrid, así como seis superaciones del umbral de alerta en Puertollano (Ciudad Real) y el puerto de Tarragona.

Por segundo año consecutivo en España desde la entrada en vigor en 2013 del objetivo legal del arsénico, éste se superó en Huelva con relación a las emisiones de una fundición de cobre.

El año 2024 fue húmedo y el tercero más cálido en España desde al menos 1961, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La estabilidad atmosférica invernal activó episodios de contaminación por partículas, en parte procedentes del norte de África. El alto calor estival contribuyó al aumento del ozono, en especial durante las olas de calor de julio y agosto. El cambio climático resultó ser un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire, según el informe

PROPUESTAS

Para Ecologistas en Acción, la contaminación del aire debería abordarse como un problema sanitario de primer orden. En 2022 hubo cerca de 30.000 muertes prematuras en España por afecciones derivadas de la polución, unas 10.000 de ellas en episodios de alta contaminación, según el Instituto de Salud Carlos III.

Además, los costes sanitarios y laborales derivados de la contaminación atmosférica representan al menos 50.000 millones de dólares al año (un 3,5% del PIB español), según el Banco Mundial.

Según Ecologistas en Acción, los planes de mejora de la calidad del aire son obligatorios según la legislación vigente, pero media docena de comunidades autónomas siguen incumpliendo su obligación de elaborar planes de lucha contra el ozono en las zonas donde se exceden los objetivos legales.

Esta organización apuntó que mejorar la calidad del aire urbano pasa por disminuir el tráfico motorizado potenciando el transporte público eléctrico, la bicicleta y el tránsito peatonal.

También consideró necesario promover el ahorro energético, ordenar el actual despliegue de las energías renovables, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, reducir el uso del avión, acelerar el área de control de las emisiones del transporte marítimo en el Mediterráneo y el Atlántico Noreste, y declarar una moratoria para las nuevas macrogranjas ganaderas.

(SERVIMEDIA)
23 Jun 2025
MGR/pai